Él, canoso y con anteojos; ella, morocha y más joven. Juntos se movieron por varios cajeros automáticos de esta capital, donde cruzaron con Julio Rigau palabras, gestos y sonrisas de madrugada.
“Chocolate” extraía fortunas ilegales de las arcas públicas con 48 tarjetas de débito de la Cámara de Diputados bonaerense; y ellos también retiraban fortunas, pero con al menos 33 plásticos del Senado provincial.
La fiscal Betina Lacki avanza ahora con la identificación de ese hombre y de esa mujer tras recibir un informe detallado del Banco Provincia sobre la procedencia de las 33 tarjetas de débito que manipulaban como propias. Todas pertenecen a empleados –y acaso “ñoquis”– del Senado de la provincia de Buenos Aires, que preside la vicegobernadora Verónica Magario. Todos, además, registrarían salarios de al menos $700.000 de bolsillo.
De confirmarse, la nueva operatoria delictiva conllevaría un perjuicio a las arcas públicas superior a los $23 millones mensuales o, anualizado, cercano a los $300 millones, aunque permanece en las sombras a qué espacio político responderían ese hombre y esa mujer, aunque las opciones se reducen a sólo dos. Al momento de las operaciones bancarias bajo sospecha, los 92 legisladores del Senado bonaerense respondían a sólo dos bloques: Unión por la Patria y Juntos por el Cambio.
La Fiscalía detectó a esa pareja misteriosa mientras reconstruía los movimientos de Rigau por distintos cajeros automáticos de La Plata. Verificó que solía recorrerlos entre las 5 y 7 de la mañana, horarios menos proclives a las miradas indiscretas y los testigos molestos. Pero la misma soledad de “Chocolate” en las sucursales bancarias tornó más notable la presencia recurrente de esos otros dos habitués.
Según verificaron los investigadores, “Chocolate” Rigau se cruzó con el hombre y la mujer durante las madrugadas del viernes 11, jueves 17 y martes 5 de septiembre. El canoso –que en al menos una ocasión aparece ante las cámaras con anteojos de lectura– extrajo fondos de “aproximadamente” 16 tarjetas de débito provenientes del Senado provincial; la morocha, de otros 17 plásticos de la Cámara alta.
Ante la renuencia de las autoridades de la Legislatura bonaerense a colaborar con la investigación criminal, sin embargo, la fiscal Lacki decidió recurrir a otra senda investigativa. Convocó a todo aquel que pueda ayudar a la Fiscalía a identificar a ambos sospechosos. A tal fin, habilitó un correo electrónico –ufij2.lp@mpba.gov.ar– para recibir datos y pistas que permitan avanzar la pesquisa.
Apoyada en la información que hasta ahora recolectó sobre Rigau y sobre esa pareja misteriosa, sin embargo, Lacki consideró ya probada “la existencia de una operatoria [criminal] que incluye más miembros, aunque hasta el momento no se encuentren identificadas, pero que sin lugar a dudas permite sostener, como ya lo hiciera Vuestra Señoría [por el juez de Garantías, Guillermo Federico Atencio] que ‘con el devenir de la pesquisa, se llegará a detectar un acto de corrupción de inmensurable trascendencia’”.