A tan solo unos meses de las próximas elecciones nacionales, el Índice de confianza en el Gobierno (ICG) sufrió una fuerte caída y el dato elaborado por la Universidad Torcuato Di Tella fue de 1,17 puntos en febrero, por lo que se vuelve a acercar a los 1,12 de julio del año pasado, la cifra más baja durante toda la presidencia de Alberto Fernández.
Luego de la remontada que había tenido a fines del 2022, la actual administración del Frente de Todos volvió a tener un descenso de la opinión pública sobre su gestión que, en esta oportunidad, fue del 8,1% respecto a enero último.
El estudio en cuestión está realizado con datos generados por Poliarquía Consultores, a través de una encuesta telefónica realizada a 1000 personas, todas mayores de 18 años y habitantes de cuarenta y dos localidades diferentes del país.
El trabajo busca conocer la visión del electorado en cinco aspectos vinculados al Gobierno: su imagen o evaluación general; la percepción sobre si se gobierna pensando en el bien general o en el de sectores particulares; la eficiencia en la administración del gasto público; la honestidad de sus miembros y su capacidad para resolver los problemas de la Argentina.
El índice se presenta en una escala que varía entre un mínimo de 0 y un máximo de 5, siendo 1,12 puntos el nivel más bajo al que llegó hasta el momento la presidencia de Alberto Fernández, y uno de los peores desde que se creó el ICG, en 2001.
La Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, que publica mensualmente esta muestra, precisó que el nivel de confianza actual es 40,5% inferior al de la última medición de la administración de Mauricio Macri (diciembre de 2019), y 49,6% menor al del primer mes completo del Frente de Todos (enero de 2020).
En este sentido, señaló que en febrero la gestión de Alberto Fernández tuvo una caída de 8,1% respecto a enero, mientras que en términos interanuales, el índice tuvo una variación negativa de 21,6 por ciento.
La variación del ICG respecto del mes anterior fue negativa en sus cinco componentes: capacidad para resolver los problemas del país (1,24 puntos, -12,8%); evaluación general del gobierno (0,76 puntos, -10,7%); preocupación por el interés general (1,16 puntos, -8,3%); honestidad de los funcionarios (1,84 puntos, -5,9%) y eficiencia en la administración del gasto público (0,87 puntos, -2,3%).
Además, el organismo detalló que la opinión del público sobre estos aspectos fue un poco más favorable entre los hombres, entre quienes pertenecen al grupo etario de mayores de 50 años, entre quienes viven en el interior o en el Gran Buenos Aires, entre quienes alcanzaron hasta educación primaria y entre quienes dicen no haber sido (ellos o sus familias) víctima de delitos en los últimos 12 meses.
Por último, y como es habitual, el dato también fue considerablemente más elevado entre quienes creen que la situación económica mejorará dentro de un año (2,70 puntos, con una variación negativa de 11%) que entre quienes creen que se mantendrá igual (1,58 puntos, con un incremento de 2%) o que empeorará (0,55 puntos, con una caída de 8%).
La medición llegó el marco de un año electoral en el que todavía el oficialismo no presentó formalmente a ningún candidato para competir por suceder a Alberto Fernández, que tampoco confirmó si se va a presentar o no para su reelección.