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Crece la interna radical: gritos, insultos y deserciones en una reunión de bloque

Si bien un sector de la bancada pedía la expulsión de los legisladores que acompañaron el veto, no hubo suficientes voluntades para expulsarlos

Crece la interna radical: gritos, insultos y deserciones en una reunión de bloque

Los cuatro diputados radicales a los que se les suspendió la afiliación partidaria luego de que votaran a favor del veto del presidente Javier Milei a la reforma jubilatoria seguirán, finalmente, en el bloque. Sin embargo esto no aplaca los ánimos en la UCR, y crecen los cuestionamientos hacia la conducción de Rodrigo De Loredo y quienes lo acompañan. Si bien un sector de la bancada pedía la expulsión de los legisladores que acompañaron el veto, no hubo suficientes voluntades para expulsarlos, y en una tensa reunión de bloque hubo gritos, insultos y hasta deserciones. 

Los legisladores que se reunieron con el presidente Javier Milei previo a la votación en Diputados sobre el veto fueron suspendidos por la Mesa Nacional de la Convención Nacional no se irán del bloque, ni tampoco hubo voluntades suficientes para expulsarlos. 

De la reunión interna participaron tres de los cuatro involucrados (el tucumano Mariano Campero, el misionero Martín Arjol y el neuquino Pablo Cervi). El encuentro se llevó a cabo en el quinto piso del edificio anexo de Diputados. En un momento, Campero, se retiró para asistir al agasajo que el presidente Milei dio ayer en la quinta de Olivos para los 87 “héroes” que lo respaldaron en su decisión de vetar la reforma jubilatoria. En tanto, el cordobés Luis Picat se quedó en Córdoba por “cuestiones familiares”, pero se conectó por videoconferencia.

La posición dominante en la reunión, sostenida por De Loredo y Alfredo Cornejo, fue la de no aplicar sanciones. Tanto el jefe del bloque como el gobernador mendocino, quienes mantiene una dura contienda con el presidente del partido, Martín Lousteau, rechazaron la posibilidad de la suspensión, posición que acompañada por la “mesa chica” del espacio, integrada por Soledad Carrizo (Córdoba), Karina Banfi (Buenos Aires) y Pamela Verasay (Mendoza). Además, la conducción del bloque impulsa que desde ahora se respete “la regla de trabajo por mayorías, como en cualquier ámbito colectivo”, la cual,según consideraron “es la regla de la democracia número uno”, respetando las opiniones minoritarias pero estableciendo que son “individuales”.  

Esta posición es calificada como una “imposición de mayorías” por la línea de Lousteau y de Facundo Manes, quienes reclaman una reorganización del bloque donde todas su líneas internas están representada aunque aseguraron que el bloque, “en los hechos ya está roto”. 

Durante la reunión, algunos diputados se fueron sin que terminara, y hubo hasta gritos. “¡Ya tomaste la decisión de partir el bloque!”, le gritó el bonaerense Pablo Juliano, alineado con la línea de Manes-Lousteau, a Campero, mientras se iba de la sala para participar del ágape de Milei. Fernando Carbajal (Formosa) y Marcela Coli (La Pampa) también se retiraron. Por el momento no quieren irse del bloque pero dejaron asentado su pelea contra De Loredo y la vicejefa, Karina Banfi. “Quedó evidente la falta de conducción. Cinco diputados se hicieron oficialistas, pero el presidente del bloque los dejó participar. Es imposible. No les entregaremos la UCR a Milei ni sus acólitos”, denunció Carbajal.

También se fueron, luego de cuestionar duramente a Banfi, Danya Tavela y la porteña Mariela Coletta, de Evolución Radical. Minutos antes se había ido De Loredo, argumentando que tenía vuelo de regreso a Córdoba, así que la reunión continuó sin él. 

De Loredo había cuestionado la posición de suspender a sus pares quevotaron a favor del veto, argumentando: “No lo comparto en lo más mínimo. No se corresponde con lo que representa el radicalismo, que es ante todo el partido de las instituciones. Sancionar a una persona por el contenido de sus opiniones políticas no corresponde. Son siempre reprochables, pero nunca sancionables”, y en esa línea puntualizó que el grupo de Manes votó de manera diferente al resto del bloque, pero aún así no tuvo sanciones. 

Sin embargo, quienes cuestionan esa posición señala la gravedad de que los cuatro involucrados hayan cambiado su posición de una votación a la otra, y además, se trata de una ley que promovió la propia UCR. 

Campero, Picat, Cervi y Arjol fueron suspendidos de manera preventiva por la Mesa de la Convención Nacional de la UCR, que lideran Gastón Manes como presidente y Hernán Rossi como secretario general, hasta que el Tribunal de Conducta decida sobre la expulsión (el quinto diputado que cambió su voto, el correntino Federico Tournier, no pertenece al partido). Banfi cuestionó que la Mesa de la Convención “no tiene competencia para sancionar sin decisión del plenario”, donde participan más de 300 representantes de todo el país.

Respecto a los dos radicales que se ausentaron al momento de votar, la santacruceña Roxana Reyes y el chaqueño Gerardo Cipolini, se le pidió al Tribunal que decida si los suspende. 


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