Este miércoles, la CGT llevará adelante un paro general contra el DNU y la Ley Ómnibus de Javier Milei, tras mantenerse en silencio durante los cuatro años de la presidencia de Alberto Fernández. Será la primera medida de fuerza de la central obrera contra el gobierno nacional.
“La gente tiene bronca porque hay decepción. Eso no lo puede negar nadie”, aseguró este martes el secretario general de la CGT, Héctor Daer. Y agregó: “Nosotros estamos muy tranquilos porque sabemos que va a venir mucha gente. Sabemos que la consigna es transversal a todo el universo que vamos a movilizarnos. No reparamos en la discusión de lo que significa el protocolo o no”.
El paro de la central obrera logró apoyo de la gran mayoría de los gremios y sindicatos, así como también sumó el respaldo de organizaciones sociales. También adhieren sectores políticos como la izquierda y el peronismo. En las últimas horas, confirmaron su participación intendentes bonaereses y hasta el gobernador Axel Kicillof aseguró que “acompañan la manifestación”.
El gremialista cuestionó el protocolo antipiquete que busca implementar el Gobierno. “Es una aberración unilateral que ya está hasta en queja por el Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Eso de subir y filmar a la gente que viene arriba de un micro solamente lo encontramos en la dictadura”, opinó Daer. Se espera gran afluencia: la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) aseguró que convocarán a cerca de 50 mil personas, mientras que el Polo Obrero y otras organizaciones de izquierda prometen movilizar otras 40 mil.
Ante la velocidad de reacción frente al gobierno de Milei, se impone la pregunta sobre cómo fue el accionar de la CGT durante los 40 años de democracia ininterrumpida. Ya se dijo que el gobierno saliente no enfrentó ninguna movilización de la central obrera, pero ¿qué pasó en las administraciones anteriores?
El récord de movilizaciones en contra lo tiene el expresidente radical Raúl Alfonsín, quien entre 1983 y 1989 sufrió 13 paros generales. Esto representa un promedio de 2,32 paros por año o un paro cada 157 días. Cabe señalar que la última parte de su gobierno estuvo marcada por la hiperinflación, con precios que aumentaban todos los días y se cobraban sueldos semanales.
El segundo lugar es compartido por dos presidentes que se sucedieron uno al otro, aunque el primero estuvo ocho años más que su sucesor en el poder. Se trata de Carlos Menem y Fernando De la Rúa, que enfrentaron 8 paros generales cada uno. El caso es que el caudillo peronista tuvo esa cantidad en 10 años (1,32 paros por año), mientras que el radical en tan solo 2 años (4 por año), antes de renunciar a mitad de mandato.
Si se sigue el orden cronológico de la historia, aparecen los dos presidentes que completan el podio con menos paros generales en contra, luego de Fernández. Se trata de Eduardo Duhalde, que encabezó el proceso de transición entre el 2002 y 2003, con 2 medidas de fuerza (1,43 por año); y Néstor Kirchner, con tan solo un paro entre 2003 y 2007 (0,22 paros por año).
Cierran la nómina dos presidentes, con la misma cantidad de paros en su contra pero con un mandato de diferencia. Cristina Kirchner enfrentó cinco medidas de fuerza entre 2007 y 2015 (0,62 paros por año); mientras que su sucesor, el fundador del PRO, Mauricio Macri, sufrió la misma cantidad en la mitad del tiempo, entre 2015 y 2019 (1,25 por año).