Su director general, Dr. Eduardo Acuña, manifestó: “Somos un hospital pobre y olvidado, sin personal ni recursos”.
En una nota dirigida al ministro de Salud de la Provincia, Dr. Juan José Esteban; los médicos Eduardo Acuña, Fátima Castro y Natalia Sorayre renunciaron de manera “indeclinable” a la Gerencia General, Gerencia de Atención a las Personas y Gerencia Sanitaria del hospital de Joaquín V. González.
En una conferencia de prensa, Acuña recordó que asumió la conducción del nosocomio en medio de un conflicto serio, con gente contratada, no contratada y con trabajadores en situación de precariedad laboral. “Con carencia de personal, de especialistas, con falta de los elementos mínimos para el funcionamiento de un hospital”, recordó.
Sin embargo, el directivo aclaró que con el aporte de todos, lograron que regularizar algunas situaciones con la promesa del Ministerio de Salud, de que las cosas mejorarían con el tiempo en el hospital cabecera de Anta.
“Pasamos tres gestiones del Ministerio, una pandemia de Covid 19 con un hospital a medio construir, con capacidad reducida, sin especialistas, con contratados temporarios. Aún así seguimos en la conducción”, dijo.
“Somos un hospital pobre”
Las renuncias se fundamentan, entre otras cosas, a diversas acusaciones sobre el funcionamiento del hospital. “La gente reclamó falta de especialidades, de profesionales, carencias en la atención. Pero todas esas cuestiones fueron gestionadas. Pedimos médicos para cubrir guardias pediátricas, para atender una sala con 17 pacientes estado crítico”, señaló Acuña.
El profesional resaltó, que el hospital cuenta solo con un presupuesto de $78.000. “Esos son los fondos fijos que se le transfieren a un hospital de la complejidad del nuestro. De PAMI recaudamos $7.000, de las obras sociales un mínimo. Unicamente con el Plan Nacional Sumar logramos facturar un volumen razonable que nos permitió comprar víveres, medicamentos y placas radiográficas, porque desde el Ministerio no nos proveían”, detalló.
“Sigo operando solo y con instrumentos de hace 50 años”
Sobre este punto en particular, puso de relieve que desde la cartera sanitaria les dijeron que ese era el presupuesto y que debían gestionar sus propios recursos y que de esa manera tuvieron que atravesar los dos años de pandemia. “Con el mismo grupo reducido de gente. Hace cinco años que soy el único cirujano de la zona. Sigo operando con la ayuda de colegas que tienen la voluntad de hacerlo, usando instrumentos de hace más de 50 años”, explicó.
Para finalizar, manifestó que se pidió en reiteradas oportunidades cubrir los cargos que habían quedado vacantes en los que no se necesitaban nuevas partidas. Pese a esto no lograron el cometido.
“Lamento mucho la situación en la que se plantea mi salida. Hablan hasta de malversación. Qué podemos malversar: ¿pobreza?. En Salta ganan el doble que lo que ganan en el interior. Es fácil hacer política cuando no se conoce la realidad del lugar”. Y ahora vienen los ajustes y a eso no lo voy a avalar. Somos trabajadores de salud, no delincuentes”, se lamentó Acuña.