El presidente Alberto Fernández cedió finalmente a las presiones del kirchnerismo duro y, como titular del PJ nacional, convocó a una mesa política para definir las reglas y la estrategia del Frente de Todos en las próximas elecciones. El anuncio fue recibido con cautela en el entorno cercano a Cristina Kirchner, donde cuestionan la demora.
“Esta mesa era para ayer, igual celebramos que se haga, quedan cinco o seis meses para las definiciones”, advirtió la senadora Teresa García, exministra de Gobierno de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y una de las figuras de la política más cercanas al gobernador bonaerense.
García reclamó que la mesa política no solamente sea un ámbito para definir fórmulas electorales, sino principalmente donde se definan “cuestiones de fondo”. “No solamente se trata de ordenar los instrumentos electorales, se trata de discutir qué le vamos a decir a la sociedad”, señaló.
Del gabinete nacional, el primero en referirse a la convocatoria fue el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, que advirtió que “ni las internas dan por terminado al Frente de Todos, ni una mesa va a hacer magia” y anticipó que en forma paralela “seguirá habiendo mesas y reuniones”, públicas y privadas.
Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, confirmó que acompañará la convocatoria del Presidente y destacó que será clave para “continuar con las políticas federales”. Se cuela ahí la pelea con la Ciudad de Buenos Aires y la Corte Suprema de Justicia, por los recursos coparticipables.
Según se pudo saber, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, -que viene tomando distancia de la interna oficialista nacional- si se formaliza la convocatoria a la mesa política, analizará en ese momento si se suma o no. Mientras tanto, se mantendrá centrado en “consolidar el frente interno y la gestión provincial”.
El mensaje del kirchnerismo bonaerense al Presidente
Que Teresa García haya sido la primera referente política en referirse a la convocatoria de la mesa política por parte del Presidente no es un dato menor, en un contexto de fuerte interna oficialista. Tampoco que haya destacado la figura del ministro de Economía, Sergio Massa.
“No se trata solamente de instrumentos electorales -que todas las provincias y los distritos lo manejan a la perfección-, se trata de discutir cuál va a ser el planteo para quienes estén en las fórmulas y en las listas, qué le vamos a decir a la sociedad, qué es lo que nosotros creemos que hay que decir en relación con la situación anterior de inestabilidad económica y a la actual mejora en manos de Massa, qué va a pasar con las jubilaciones”, dijo la senadora de extrema confianza de Kicillof.
En el mismo sentido, alertó que en esa mesa “hay una serie de temas de la vida cotidiana, que es necesario también discutirlas porque obligadamente van a ser parte de la campaña”.
Desde hace semanas, en La Cámpora buscan marcar la agenda del Presidente con tres reclamos puntuales, que van desde lo económico a lo judicial, uno de ellos, la mesa política que fue eje la semana pasada de la cumbre, en Merlo, de funcionarios K nacionales y bonaerenses, del massismo e intendentes de la primera y la tercera sección electoral.
“A mí me parece inviable tener una discusión con los compañeros con los que se vayan a armar las candidaturas, las representaciones de los espacios, la legitimidad de cada uno, si no se discute el fondo. No se trata solamente de armar un mecanismo para ganar la elección”, dijo García en ese sentido.
Gabriel Katopodis: “A la par, todos los días hay mesas y reuniones, y seguirá habiendo”
Katopodis fue el primer funcionario del gabinete de Alberto Fernández en referirse a la convocatoria y planteó algunas dudas respecto de la efectividad de esa mesa política.
“La mesa que convocó Alberto Fernández nos va a permitir reafirmar nuestro contrato electoral, volver siempre al para qué pedimos el voto de confianza en 2019. Y estamos todos y todas, no se bajó ninguno y nadie está pensando en salidas individuales”, dijo el ministro.
Katopodis fue uno de los dirigentes cercanos al Presidente que participó de la cumbre de Merlo, a la que no fue invitado el mandatario. Mantiene buen diálogo con las tres patas del Frente de Todos, pero quien busca mantenerse al margen de los cruces de la interna.
“Hay que ser claro: ni las internas ni los ruidos que escuchamos en las últimas semanas ponen crisis o dan por terminado al Frente de Todos y al peronismo; ni una mesa va a hacer magia. A la par de esto, todos los días hay mesas y reuniones, y seguirá habiendo. Muchas serán públicas y muchas no, y es así porque la política es así”, remarcó.
También confirmó que en la mesa política “van a estar representados todos los sectores”, pero aclaró que no van a estar “llamados a militar para reproducir lo que dice Alberto o Cristina”. “Tenemos que ocupar espacios y cumplir con la responsabilidad que cada uno tiene como dirigente, para seguir trabajando por nuestra gente”, dijo, en un mensaje directo a los dirigentes locales y a los intendentes con los que compartió gestión en la provincia de Buenos Aires.