La grieta, esa definición que mantiene a todo un país en vilo, también impacta en Salta. Pese a los vanos intentos del gobernador salteño por mantener un pie en cada vereda, las diferencias ideológicas son, hoy, irreconciliables. Salta tendrá que decidir sobre el futuro que desea.
En este esquema, la postura de Gustavo Saénz fue siempre ambigua, pero. Lamentablemente para él, el tiempo todo lo decanta. El apoyo del mandatario salteño a la formula Estrada-Caletti posibilitó que salta sea de las pocas provincias que votó alineada al gobierno nacional en las últimas elecciones. La llegada de Sergio Massa complicó aun más el ambiguo ejercicio de Sáenz, su oficialismo es ya imposible de ocultar.
En este panorama, Bettina Romero siempre fue abiertamente crítica del gobierno nacional. Y es que Nación prometió obras para la capital salteña, las mismas jamás llegaron. Algo similar sucedió a nivel provincial, solo que Gustavo Saénz se mantuvo en silencio e hizo caso omiso.
En este contexto, hay una gran diferencia de gestiones, Bettina Romero logró sanear las cuentas de la municipalidad y lograr independencia, Sáenz no. El 80% de los fondos recibidos bajo la forma de coparticipación por la provincia de Salta son destinados al pago de haberes del sector público. Gustavo Saénz es adicto, así, al ejecutivo nacional.
Es por esto que la imagen es potente. Hace instantes, en la provincia de Corrientes, la intendenta Bettina Romero mantuvo una reunión clave con vistas al 2023. De la misma participaron Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador Gustavo Valdés. Además, también se entrevistó con ellos el intendente de la capital provincial, Eduardo Tassano.
La reunión de la que participó la mandataria capitalina es una fuerte toma de posición con respecto al futuro próximo de la República Argentina, y a su vez deja inevitablemente expuesto al gobernador Gustavo Sáenz y su zigzaguismo político: por un lado, Saénz insiste con un discurso anti grieta y su tan desgastado eslogan “le pertenezco a los salteños”, pero en paralelo viaja junto a Wado de Pedro y Sergio Massa a Estados Unidos, mostrándose más oficialista que el propio presidente Fernández.
En este sentido, hay que remarcar que se cumple lo observado durante la procesión del Milagro, donde de manera clara y precisa se pudo apreciar a funcionarios que apoyan al gobierno nacional, con Gustavo Sáenz a la cabeza - y por el otro a funcionarios con sentido crítico de la situación, quienes entienden y saben que la provincia y el país no van por el mejor camino y se requieren cambios.
La imagen del presidenciable Horacio Rodríguez Larreta, junto a Gustavo Valdés (Radical, gobernador de Corrientes y número puesto para acompañar como candidato a vicepresidente a cualquiera de los lideres del PRO), Eduardo Tassano (intendente de Corrientes), se completa con la intendenta de Salta capital Bettina Romero y deja un fuerte mensaje a nivel provincial y nacional. Es en si una declaración de principios.
Queda claro el apoyo de la dirigencia de Juntos por el Cambio a la intendenta capitalina y zanja cualquier tipo de discusión al respecto. No hay nada librado a la imaginación.
Toma de posiciones
Romero, además, también habría mantenido en las últimas horas una reunión con la presidenta del PRO a nivel nacional, Patricia Bullrich, quien le habría manifestado su apoyo y la total voluntad de trabajar juntos de cara al 2023.
La Liga de la Pobreza
Con las horas contadas, Sáenz se aferra a los últimos retazos de oficialismo nacional y viaja junto a dos importantes hombres de Cristina Kirchner con rumbo a Estados Unidos. Del viaje participarán también Gildo Insfrán, Jorge Capitanich, Ricardo Quintela y otros gobernadores íntimamente ligados al kirchnerismo. El rumor que corre por estos momentos es que, durante el paseo, Massa los intimará a unificar elecciones. Sáenz estará obligado a participar de una boleta electoral con aroma a derrota. En este contexto, la dependencia del salteño con el gobierno nacional puede llegar a finalizar con sus sueños de reelección, dado que los magros números de intención de voto abren la posibilidad de que otro peronista encabece la boleta, siendo quizás la oportunidad de Sergio “El Oso” Leavy, quién anoche con su voto posibilitó aprobar el proyecto de ampliación de la Corte
El momento es histórico y no es para crudos ni cobardes. La grieta es real y las fichas están jugadas. El gran simulador quedó en offside.
