El Movimiento Evita, con los funcionarios Emilio Pésico y Fernando “Chino” Navarro a la cabeza, consiguieron un triunfo político interno dentro del Frente de Todos que pasó desapercibido en medio del sismo que significó la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía con poderes ampliados ya que, quedaron con rango de secretaría, los hasta este momento ministerios de Desarrollo Productivo, Agricultura, Ganadería y Pesca.
En el Boletín Oficial del 3 de agosto se oficializó la reorganización del Gabinete. En su primer punto, Alberto Fernández decidió ceder a una medida que las organizaciones sociales oficialistas venían reclamando: que el estratégico Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), que maneja un presupuesto de unos 2.500 millones de pesos y se encarga de administrar las cooperativas y mutuales, deje de depender de Desarrollo Productivo. Ahora, pasó a Jefatura de Gabinete, lugar donde el Evita tiene influencia. El INAES, está conducido por un dirigente del Movimiento Evita, el sociólogo Frances Alexandre Roig.
La misión del organismo es “contribuir al fortalecimiento del sector que nuclea la actividad de cooperativas y mutuales en todo el país”, que son más de 26.000.
La “caja” del cooperativismo
Según el ministerio de Economía, la función del INAES se realiza desde cuatro programas que en 2021 sumaron $2.492millones distribuidos de la siguiente manera: $1.903 millones para promoción, capacitación y fomento cooperativo mutual; $375 millones para conducción y administración; $180 millones para control de cooperativas y mutuales y $34 millones para el registro de las cooperativas y mutuales. Una más que considerable caja propia bajo la administración del principal movimiento social albertista.
Si bien los dirigentes sociales destacan que el traslado de órbita del INAES significó una “jerarquización”, un hecho objetivo porque Desarrollo Productivo, a pedido de Massa, pasó a ser una secretaría bajo su mando, hay una razón que tiene peso específico propio: al frente de la secretaría de Desarrollo Productiva estará José Ignacio “El Vasco” De Mendiguren. Un hombre del riñón del ex presidente de la Cámara baja que genera desconfianza entre los dirigentes sociales ya que proviene del empresariado: fue titular de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Un dirigente social y que cumple funciones en el Gobierno, explicó con mucho tacto: “El cambio de área no solo jerarquiza al INAES, sino que evita seguros enfrentamientos con De Mendiguren, un hombre que viene de la industria y no entiende idea de mutualismo ni cooperativismos y esto no es hablar mal del Vasco”.
Si bien Jefatura de Gabinete está a cargo de Juan Manzur, uno de los referentes del Evita, Fernando “Chino” Navarro, cumple funciones allí como secretario de Relaciones Parlamentarias, Institucionales y con la Sociedad Civil. Si bien el INAES es autónomo en sus decisiones, el dirigente social tiene ascendencia sobre Roig.
En las cooperativas y mutuales se agrupa gran parte de la economía popular y el trabajo social, por eso la importancia del INAES y su conducción.
La creación del INAES fue publicada en el Boletín Oficial el 22 de Abril de 1996, durante la presidencia de Carlos Saúl Menen con la finalidad de “promover el surgimiento de nuevas cooperativas y mutuales, la cooperación entre cooperativas y estructuras mutualistas y la eficiencia de ambos sectores para impulsar la reconversión empresarial y el desarrollo de las economía regionales”.
Desde ese entonces, el organismo dependió del Ministerio de Desarrollo Social. Pero, al reformular su primer gabinete, Fernández lo trasfirió a Desarrollo Productivo.
Los dirigentes sociales no estaban de acuerdo, pero priorizaron su alianza con el Jefe de Estado, con quien tienen una alianza fuerte: el Evita consiguió cargo estratégicos en la administración de gobierno.
Fernández justificó el cambio de área del INAES asegurando que el por entonces flamante ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, entendía que las cooperativas de trabajo no solo debían tener un “lugar de contención en los barrios populares”, como impulsan los movimientos populares, sino que “debían ser parte dinamizadora de la economía”. Pero eso nunca ocurrió. En Gobierno explican que “fue por culpa de la pandemia”. Por ese motivo, o por el coronavirus y las malas políticas de gestión, avanzó el desempleo, aumentó la pobreza, la indigencia y la asistencia social: desde comida a planes.
Las cooperativas pasaron a ser una de las primeras trincheras para los que ni siquiera conseguían un trabajo informal. No había ni changas para ganarse el pan diario. La mayoría dependientes de organizaciones sociales, tanto oficialistas como piqueteras y de izquierda, fueron el centro de recepción de los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo. Para eso se debían anotar como Unidades de Gestión.
De ellas pasaron a depender la mayoría de los casi 1.300.000 hombres y mujeres que reciben ese subsidio a cambio de cuatro horas de trabajo.
Las cooperativas y mutuales, además, recibieron fuertes subsidios del Estado para sostenerse. Solo el año pasado, según el “Informe de Ejecución Presupuestaria 2021″ del ministerio de Economía, recibieron por parte del ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Juan Zabaleta, y bajo la partida “Transferencias a Cooperativa”, la suma de $5.937.740.781.
Aprovechando la nueva reformulación del gabinete, el Movimiento Evita consiguió uno de sus objetivos: sacar del área de producción un organismo que es, al menos en esta coyuntura social de la Argentina, una herramienta social. Y, si bien no lograron que vuelva a Desarrollo Social, aterrizó en Jefatura de Gabinete.
En los argumentos esgrimidos en el Decreto 451/2022 publicado el 3 de agosto se sostiene: “En virtud de las políticas públicas que el ESTADO NACIONAL desarrolla a través de la JEFATURA DE GABINETE DE MINISTROS, esta constituye el ámbito más propicio para el accionar del citado Organismo. Que, por ello, corresponde transferir el INSTITUTO NACIONAL DE ASOCIATIVISMO Y ECONOMÍA SOCIAL (INAES) del ámbito del MINISTERIO DE DESARROLLO PRODUCTIVO a la órbita de la JEFATURA DE GABINETE DE MINISTROS, a cuyo fin resulta necesario transferir las competencias en materia de cooperativas y mutuales”.
Al mismo tiempo, desde la cartera de Mazur se dejaba en claro que el sociólogo Alexandre Roig, de extendida trayectoria en el movimiento Evita y ex decano del Instituto de Altos Estudios Sociales, dependiente de la Universidad de San Martín, estaba confirmado en la dirección del INAES. Un tema para nada menor. Algunos popes sindicales, con injerencia en el cooperativismo, prefieren otro perfil de conducción para el instituto que, bajo su supervisión, hay anotadas más de veinte mil cooperativas y mutuales. Por ahora, la pulseada la ganan las organizaciones de la economía popular aliadas con Fernández.