La visita, un mensaje claro de la cúpula del PRO a nivel nacional, marca la cancha: el país se teñirá de amarillo en el 2023 y Salta es un territorio que Juntos por el Cambio no abandona. En este contexto, María Eugenia Vidal llegaba a Salta con varios mensajes a bajar desde la dirigencia de la oposición nacional a los locales, a sabiendas que aquí la cosa se retoba y que es necesario el trabajo en equipo, más allá de cualquier interés personal si lo que se pretende es ganar el país de punta a punta. Algo que aquí aun no se entiende. Algunos dirigentes salteños piensan en chico, aunque el apellido insinúe otra cosa.
La solicitud, claramente desestimada, fue que la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, y candidata a ocupar un cargo de importancia el año que viene, no se reúna con Bettina Romero, la intendenta local, algo que no está en la lógica de la dirigencia nacional, en donde se entiende que hay que sumar y que los cambios que tendrán que hacerse en el país requerirán de un amplio consenso.
Vidal, quien está donde está gracias a más aciertos que errores, tomo la solicitud como corresponde, desestimándola y actuando en consecuencia. La reunión finalmente se hizo, había temas importantes para hablar y consensuar, el futuro del país está en juego, creen.
La reunión se llevó a cabo, a pesar del insólito pedido de un dirigente local.
Luego de caminar localidades del interior, visitar barrios salteños, conversar con la dirigencia local y brindar una conferencia de prensa en donde se atendió a medios salteños, la presindenciable abordó un vehículo con premura, había que ir por lo más importante: visitar a la intendenta capitalina.
Y es que cuando algunos están yendo, otras ya fueron y volvieron varias veces. Vidal, como toda dama con estilo, sabe manejarse. La idea es no agitar las aguas en vano para no exasperar al saenzcismo, a quienes desde hace rato perciben como claramente alineado al oficialismo nacional, esa nueva aventura massista-kirchnerista que pretende un veranito para revertir los gruesos errores que llevan al país a un abismo económico inevitable. Una de las misiones de la actual diputada era traer un claro mensaje a Bettina Romero, a quien saben propia y que quieren rescatar cuanto antes de cara al año que viene, entienden, la unión hace la fuerza, mal que a algunos les pese.
En este contexto fue que al revés de lo solicitado por algunos locales, la reunión se dio y el diálogo fluyó, en privado. Claro que a Agenda/Salta las cosas no se le escapan, y al tanto de la situación, nuestro fotógrafo ya estaba preparado para inmortalizar el encuentro ¿Qué hablaron? Muchas cosas, siempre pensando en el futuro ¿Hay acuerdos? Siempre los hubo, no olvidar el inmenso trabajo que la actual intendenta capitalina realizó allá por el 2013, cuando algunos rosqueaban otros espacios políticos y en Salta nadie se imaginaba que el Pro podría gobernar Argentina. La onda siempre fue buena y las cosas se van dando con total naturalidad, ambas mujeres hablan con altura. La idea es construir. Es momento de comenzar a entenderlo.
Bonus Track 1
Más pragmática, menos rupturista y quien si parece haber entendido lo que se viene: la referente local del PRO, Ines Liendo, habló con un medio salteño sobre la importancia de la unión y el consenso. En el marco de una entrevista durante esta semana, Liendo dijo que “Juntos por el Cambio es un espacio de puertas abiertas, para que más gente se sume”. Claramente las mujeres tienen otro tacto, más inteligencia y menos egos personales. Los muchachos tendrían que hacer una lectura del asunto y ponerse a la altura.
Bonus Track 2
La excepción a la regla: Carlos Zapata, también diputado Nacional del espacio JxC, siempre dispuesto al trabajo en equipo y consciente de la necesidad de construir una oposición de fuste. El dirigente no se hizo problemas al momento de compartir con Vidal el contacto con la gente. Consultado por este medio, el legislador nacional aseguró que “de aquí salimos todos juntos o no salimos, hay que sumar porque para dividir ya están los de en frente”.