Después de la "reorganización" del gabinete nacional, son muchos los sectores que ven un gesto de debilidad del oficialismo, todo lo mostrado el día de hoy. Sin olvidar a los distintos colores políticos del país, que vivieron la jornada con mucha decepción, según lo expresado.
Sobre la designación como superministro de Sergio Massa, el dirigente del Partido Obrero en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, Gabriel Solano sostuvo: “La designación de Massa como súper ministro fue saludada en forma anticipada por el capital financiero por un motivo de fondo: viene a profundizar un rumbo devaluatorio y de ajuste como vienen reclamando el Fondo Monetario y el conjunto de la clase capitalista”.
En esa línea el dirigente expresó: “La designación en función de estos objetivos reaccionarios se hace con el aval del kirchnerismo, que terminó encumbrando un agente directo de la embajada norteamericana. Massa pretende que concentrando funciones en el gabinete reunirá los recursos políticos para llevar adelante esta ofensiva. Pero la situación ya crítica del pueblo argentino hace que un plan económico basado en nuevos golpes a los salarios y jubilaciones vayan a tener un efecto explosivo, sin resolver tampoco la bancarrota de fondo de la economía nacional”.
Además, postulo un programa alternativo: “Por nuestra parte, rechazamos este rumbo de ajuste recargado al servicio del pago al Fondo y los acreedores nacionales e internacionales y postulamos un programa alternativo: romper con el Fondo, el no pago de la deuda y destinar los recursos nacionales a resolver los grandes problemas que afectan al conjunto de la población trabajadora”.
Por su parte, Claudio Del Plá, dirigente del PO-FITU de Salta, sostuvo: "La designación de Massa tuvo dos escenarios. Al interior de la Casa Rosada, una serie de cónclaves secretos donde las diferentes alas del gobierno conspiraban de espaldas al pueblo para formar un gabinete capaz de profundizar el ajuste. En las calles, una masiva movilización de la Unidad Piquetera colmaba las principales plazas de todo el país reclamando respuesta a los reclamos más urgentes de los barrios, trabajo genuino, el aumento del salario mínimo de emergencia para que alcance el costo de la canasta básica (105.000 pesos), la asistencia a comedores populares”.
Del Plá, además, impulsó un paro nacional: “El camino está en las calles, hay que impulsar un paro nacional y un plan de lucha contra todo el arco político que está totalmente sometido al Fondo Monetario y de espaldas a las necesidades populares. Llamamos a impulsar esta orientación en apoyo a todas las luchas en curso y a deliberar en asambleas una salida a la crisis nacional, que debe partir de la ruptura con el fondo monetario y el no pago de la deuda”.