Emiliano Estrada se entusiasma con el antecedente neuquino. El diputado nacional por Salta de 37 años apuesta a la provincialización de la elección, en un armado ajeno a las referencias y a los debates nacionales. Y algo más: se ilusiona con la posibilidad de que el humor social busque romper el statu quo, tal como pasó en Neuquén, donde el diputado Rolando Figueroa desbancó al mítico MPN. El objetivo de Estrada es derrotar al gobernador Gustavo Sáenz.
La votación salteña se realizará el 14 de mayo, sin PASO y con boleta electrónica. Si bien es peronista y pertenece al bloque del Frente de Todos, Estrada prioriza la gestión, las propuestas técnicas y la invitación a saltar la grieta. Su candidato a vicegobernador es diputado e integra el interbloque de Juntos por el Cambio. Se trata del ex olmedista Carlos Zapata.
¿Está confirmada su candidatura a gobernador por Salta?
Sí, efectivamente, ya estamos cerca de la elección del 14 de mayo. Siempre es difícil competir contra un oficialismo, pero estamos con mucha expectativa porque hay voluntad de cambio. Hemos logrado representar algo que nos pedían en Salta: saltar la grieta.
Usted es peronista, pero su espacio incluye candidatos de distintos colores políticos...
Sí. Mi candidato a vice es Carlos Zapata, diputado ahora de Juntos por el Cambio, con el que competí en el 2021. Está Felipe Biella, candidato a intendente de la Capital, que también compitió en 2021. Entre los tres sacamos el 70 % de los votos sumados.
¿Es una virtud esa heterogeneidad?
En la provincia falta de agua y médicos, mientras prolifera el narcotráfico y hay una crisis del sistema sanitario, social e hídrico. Eso nos llevó a decir dejemos de lado las diferencias y construyamos alternativa. Eso nos costó sufrir un proceso de amenazas y aprietes en Salta. Pero tenemos candidatos convencidos y eso nos da fortaleza. La gente está caliente con los políticos, pero no con la política.
¿Cómo es esa distinción entre el enojo con los políticos y no con la política?
Es así, por eso hay una canalización del voto bronca de parte de Javier Milei, que está dentro del sistema. No es como en el 2001, un voto una feta de salame en el sobre. Nuestros candidatos son gente de la sociedad. En el municipio de Güemes colapsó el sistema de salud, y nuestro candidato es un médico del hospital ahí. No estamos alejados de la gente. Por eso hay una campaña negativa sin precedentes en nuestra contra. Todos los días aparece una fake news en nuestra contra. Es el costo de animarse a decir lo que decimos. Hay 12 candidatos a gobernador, pero 6 están financiados por el gobernador Gustavo Sáenz.
¿Cree en las encuestas que lo dan puntero a Sáenz?
Él está en torno a los 35 puntos. Y nosotros en los 30. Pero Sáenz está desesperado después de ver lo que pasó en Neuquen. Los jóvenes tenemos otra mirada. Yo nací en democracia. No estamos en la rosca sin sentido. Queremos resolver problemas. En la Cámara de Diputados yo me muevo en función de mi agenda, no de la del bloque. Estamos convencidos. Mi perfil es técnico y de gestión. Eso se valora, cuando tenés un gobernador ausente como Sáenz.
¿El inesperado resultado de Neuquén puede ser un espejo de Salta?
Estamos en un contexto de pérdida de los oficialismos. Se puede replicar en Salta. Hay un contexto similar. El 60% de los salteños quiere cambio.
¿Cómo define la gestión de Sáenz?
Es falta de gestión. No tiene hoja de ruta. Tuvo 3 ministros de Seguridad y 3 de Salud. Son los sectores que peor están. Hay una ausencia de liderazgo y de gestión. Sáenz es un político carismático que imita a Sandro. Eso te sirve para ganar, pero no para gobernar. Yo soy economista. Carlos Zapata en contador. Felipe es ingeniero. Tenemos perfiles en lo técnico.
¿Con qué apoyos nacionales cuenta su candidatura?
No tengo ayuda o acompañamiento del Frente de Todos. Gran parte del frente juega con Saenz. Y Juntos por el Cambio tiene su frente propio. Así que va a ser difícil leer la elección desde Buenos Aires. El espacio de Juntos desde ya te vaticino que hará una elección floja de alrededor de 10 puntos. Nosotros construimos un espacio provincial, porque los liderazgos y discusiones nacionales no nos contienen a las provincias. Soy un peronista provincial. Y así como el nuestro se van a generar nuevos espacios.
¿Cómo piensa que funcionará el voto electrónico?
El promedio de participación es del 63%. La gente vota por categoría. Pero hay un último dato que es sorprendente: el 50% de los salteños no sabe cuando es la elección. La gente está en otra.
¿Cómo impacta la inflación en una elección provincial y qué se puede proponer como candidato a gobernador?
A nivel macro veo situación compleja que no se puede resolver desde las provincias. Pero sí podés ver cómo se avecina. Yo fui ministro de Economía de Salta durante 18 meses. Fueron meses de superávit fiscal, tras años de déficit sostenido en la provincia. Con laburo se puede. Era un problema que tenía solución. Al estar cubiertos, el peor momento de la crisis nacional que generó el gobierno de Mauricio Macri a nosotros no nos hizo mella. Tenemos inversiones en litio, pero acá el problema es el crecimiento del gasto público. Si lo que entra por litio te lo gastás en salarios, estás en problemas. Vemos una oportunidad de contar con ingresos extraordinarios que te dan independencia fiscal. Tengo un libro escrito que se llama Salta productiva al respecto.
¿Qué postura tiene respecto al debate sobre las autonomías provinciales en el manejo de recursos como el litio?
No estoy a favor de que Gobierno nacional tenga injerencia en el litio. El Gobierno nacional no se mete en Vaca Muerta. Creo que el litio tiene que ser para Salta, Jujuy y Catamarca, porque los recursos son provinciales. Tengo posturas al respecto que son mias, no son del bloque del Frente de Todos. Si el bloque decide debatir eso, yo tengo esta propuesta. En la década del noventa se pasaron las responsabilidades de la salud y la educación a las provincias, pero sin los recursos.