Mucho se ha hablado en los últimos tiempos sobre el trabajo realizado durante la pandemia por los profesionales de la Salud. Desde que el Covid-19 llegó a la provincia, se los asoció simbólicamente a la etiqueta de héroes, aquellos que con vocación y profesionalismo pelearon en la primera línea de batalla contra el maldito coronavirus.
En varias oportunidades la sociedad salió a las calles para defender al personal sanitario que debía afrontar un estado de vulnerabilidad y abandono exasperante debido al recelo ocasionado por la exposición constante a una enfermedad poco conocida, pero que poco tiene que ver con la historia de “Los machotes” de Joaquín V. González.
“Los machotes” son un grupo de ´hombres´, la mayoría profesionales de la Salud, con una notoria fragilidad masculina, por lo que uno puede presuponer ante el nombre del grupo de WhatsApp que se les ocurrió utilizar. Los machotes de González son amantes del fútbol y los terceros tiempos, según confirmó a Agenda/Salta, Ana Silvia Sarmiento, presidenta del Concejo Deliberante de Joaquín V. González, y tienen muchas anécdotas para rescatar, algunas muy tristes.
Lo lamentable, es que durante la etapa de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), organizaban reuniones, a pesar del decreto existente, burlándose de la justicia y de las familias salteñas que fueron obligadas mediante la fuerza a pública a no moverse de sus casas.
En paralelo, uno de “Los machotes” era y es, el gerente del Hospital Oscar Costas, denunciado por la ex gerenta administrativa, Marina Guanca, por malversación de fondos y sobrefacturación de horas guardias.
“Las casualidades no existen, las personas y los eventos ocurren siempre con su gran por qué”, reza un viejo dicho. Y es que a tal punto llegó la impunidad en esta provincia, que “Los machotes” compartían fotos de los festejos del día del amigo -20 de julio del 2.020- compartiendo un asado: “Este señor hacía fiestas, mientras nos tenía encerrados a todos. Es decir, acá estábamos todos encerrados y ellos festejaban el día del amigo durante la pandemia”, detalló la edil del departamento de Anta.
Es decir, el Presidente del C.O.E municipal, “el machote” Dr. Acuña, quien tenía que ser el faro de luz de los habitantes de J.V. González durante la pandemia, quién tenía que mostrar el ejemplo con la palabra y la descencia, pero por sobre todas las cosas con el ejemplo, participaba de clandestinas VIP al mejor estilo Alberto y Fabiola en Olivos. Eso sí, con un poco menos de glamour y gracia.
El que envia el mensaje con la foto del festejo en pleno aislamiento obligatorio, tiene como nick "Quedate en casa"
“Los Machotes” y sus puntos en común con el Intendente “Juanilo” Aguirre
Para conocer más sobre el tema, Agenda/Salta diálogo con Ana Silvia Sarmiento, Presidenta del Concejo Deliberante de Joaquín V. González, quien tras conocer la historia de corrupción que ensucia al Hospital Oscar Costas, explicaba: “A empezado a aflorar la corrupción desde hace bastante tiempo, en su momento el Concejo deliberante -de J.V. González- decidió salir del C.O.E que presidia el Dr. Acuña”.
Para que entendamos el alcance de las palabras de la edil de González, según nos relató, el machote Acuña era quien auspiciaba de jefe comunal durante lo más duro del coronavirus en la localidad: “A mí no me sorprende, porque ellos fueron socios durante toda la pandemia, porque el intendente no era Aguirre, sino el Dr. Acuña. Él era, quien hacia y deshacía (en el municipio)”.
La presidenta del concejo anteño, ejemplificó los desmanejos de Acuña y “Juanilo” Aguirre durante la pandemia: “Alquilaron un hotel que supuestamente estaba todo pago por la provincia, pero se gastaba plata de la municipalidad para dar de comer mañana, tarde y noche.
Pero terminaron los familiares de las personas que hacían cuarentena en el lugar llevándoles la comida ¿Cómo puede ser que haya presupuestado una plata que ahí no se gastaba?”, se pregunta la concejal.
Así, “Los machotes” Acuña y Aguirre, no solo tuvieron que ver con el manejo discrecional del presupuesto municipal en el alquiler del Hotel, sino también con la compra de insumos sanitarios: “había una compra de $1.800.000 de alcohol en gel, y la factura era de una empresa de contenedores de Bs. As.”, cerró, Ana Silvia Sarmiento.
Así es cómo se va comenzando a entender la historia de los desordenes en el hospital Oscar Costas. Desordenes que son sistemáticamente encubiertos por las autoridades provinciales, quienes a pesar de las denuncias realizadas por una emisaria enviada a subsanar las cuentas del nosocomio, e incluso luego de presentar denuncias al respecto, fue desesperadamente separada del cargo que se le había encomendado, tras descubrir y denunciar las groseras irregularidades.
¿Se repite la historia en otros hospitales? ¿Hay más Machotes en la provincia de Salta? Todo parece indicar que si. En tanto eso sucede, el silencio y la complicidad de las autoridades está a la orden del día.
