A Gustavo Orozco se lo acusó de muchas cosas, pero si hay algo que no se le puede decir es cobarde. Anoche, el legislador tomó una decisión contundente. Confiado en su total inocencia y acusando al sistema político provincial, confió a este medio que pediría licencia en Diputados. La acción le quitaría los fueros inmediatamente, la idea es encarar a la justicia para que se pronuncie. El plazo de la medida será de 30 días.
“No me voy de aquí. Me ausentó para que nunca se pueda decir que me escondí en esta cámara y dar el ejemplo”, aclaró mediante un mensaje en sus redes sociales.
Y es que la decisión es presentarse ante la justicia y demostrar su inocencia. Orozco confía en esto, y señala que todo comenzó desde que anunció su decisión de candidatearse a gobernador en las próximas elecciones del año 2023. Casi instantáneamente las operaciones comenzaron. Una citación anunciada durante un 24 de marzo (cuando la misma ya tenía 20 días de dictada), así lo prueban. El hombre sabía lo que se venía.
Además, hay un dato que es muy llamativo. De 60 diputados provinciales que configuran la Cámara Baja, 48 atraviesan causas judiciales. Algunos de ellos, incluso, cantidades vergonzosas. Sin embargo, en esos casos la justicia no mueve un dedo.
“Muchos políticos tienen causas, espero que todos hagan lo mismo que yo y renuncien a sus fueros por voluntad propia”, desafía Orozco.
Así, y según sus propias palabras, sin nada que temer, el diputado anuncia la temeraria medida: “En los próximos días pediré licencia en la cámara de diputados, con lo cual inmediatamente quedo sin fueros; porque siempre decidí ir ante la justicia como cualquier ciudadano común”.
Pero no se queda allí y va más allá, denunciando mala praxis, el legislador batallará contra el fiscal -a quien acusa de persecución de índole política, y el juez-, Orozco pedirá un jury: “El fiscal González, evidenciando su poco profesionalismo, actuando como un lacayo de los altos mandos de Cornejo, pidió mi desafuero; no obstante, la cámara de legisladores ya se manifestó en contra de este increíble accionar. Es muy triste que la justicia pierda tiempo en una causa por una pintada de paredes en lugar de estar atrás de los delincuentes y me refiero a esos de guantes blancos, que ocupan las intendencias, los ministerios y otros cargos de jerarquía”, argumenta, y sentencia: “Voy a presentar el pedido de jury de enjuiciamiento contra el fiscal y el juez, por no ajustar sus actos a derecho, teniendo como único objetivo sacarme de la escena de aquí hasta las próximas elecciones y eso nos remonta a las peores épocas de censura en la Argentina”.
Luego, avanza sobre el tema que más asusta a varios funcionarios provinciales, el consumo desmedido de estupefacientes: “¿Es que acaso tienen miedo los que están atrás de esto de que logre proyectos como la rinoscopia para desenmascarar a varios?”.
A Gustavo Orozco le fueron con todos los carpetazos habidos y por haber, le jugaron sucio, y lo hicieron personas que casualmente no se caracterizan por tener limpios los prontuarios, aunque se hagan llamar “doctores”. En esta provincia nos conocemos todos, todos sabemos quienes vivían en una sencilla casa del IPV, y en tan solo un par de año aparecieron con mansiones en barrios privados. Muchos ex empleados bancarios que devenidos en funcionarios públicos amasaron fortunas incalculables, y de la peor manera, en tiempo récord. Es a ellos a quienes Orozco molesta, por eso fueron tras él. Sin embargo, el expolicía sabe lo que quiere, lo tiene claro. También conoce el respeto y amor que le profesa la gente, sobre todo en el interior de la provincia.
“Señores, a mí no me corren con esto. Yo no vivo de la política, la plata que de aquí obtengo la vuelvo al mismo lugar y eso queda más que comprobado con las actividades que realizo; sólo a modo ejemplificativo estamos ya adquiriendo un consultorio odontológico para seguir contribuyendo a la salud de la gente”, explica, y confirma lo que a varios tiene muy nerviosos, que seguirá firme con su candidatura a gobernador “Voy a seguir, voy a trabajar y voy a luchar por terminar con esta casta acostumbrada hacer y deshacer a gusto y antojo”.
Seguramente todos mirarán hacia otro lado. Nadie levantará el guante. Y posiblemente, de este entuerto nazca la figura que le ponga el fin al mandato de Gustavo Sáenz al frente de Salta. El hombre está decidido.