Fue un gesto dramático que sacudió esta madrugada la sesión de la Cámara de Diputados: Federico Angelini, legislador del PRO por Santa Fe y vicepresidente del partido a nivel nacional, esparció un puñado de cenizas sobre su banca para ejemplificar el daño que están causando entre los habitantes de Rosario y sus alrededores los incendios en las islas del Delta. “Esto están respirando mis hijos y todos los rosarinos. Nos están matando lentamente”, denunció, luego de lo cual pidió a los gobiernos nacional y provincial que resuelvan el problema y advirtió: “Si no, que renuncien”.
En medio de los incendios sobre el Delta del Paraná al sur de Rosario, que aún no pueden ser controlados, el diputado presentó una cuestión de privilegio contra el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, a quien, junto con los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti, y de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y la Justicia, acusó de “total y absoluta negligencia” ante la lluvia de humo y cenizas que sufren los rosarinos y que está generando en “un ecocidio terminal”.
Angelini aseguró que los problemas comenzaron hace dos años porque “antes había un sistema que funcionaba muy bien, que prevenía, planificaba y actuaba en la emergencia y después seguía estando presente, que era el SINAGIR (Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo) y que centralizaba todas las decisiones, donde confluían varios ministerios y el sistema de manejo del fuego”, pero puntualizó que esa estructura “se desarticuló por cuestiones ideológicas y políticas”.
“¿Qué pasó desde entonces? El sistema de manejo del fuego pasó del Ministerio de Seguridad al Ministerio de Ambiente, sin capacidad operativa y llena de inútiles. Y hoy tenemos la tragedia ambiental y sanitaria que tenemos en nuestra provincia”.
Tras destacar que “en estos días tenemos una situación desesperante”, el diputado del PRO dijo que “no es que nos molesta el humo o el olor a los rosarinos” y, mientras mostró una serie de gráficos, denunció que la calidad del aire en la ciudad es “extremadamente peligrosa”, ya que hasta esta semana se midieron allí unas 480 partículas en el aire, que están en el rango más riesgoso posible.
Angelini, levantando el tono de voz, advirtió que “nos están matando lentamente” porque, según relató, “se tuvieron que suspender actividades deportivas, se incrementan las enfermedades respiratorias y las consecuencias son terribles”. Y allí fue cuando sacó un puñado de cenizas de una bolsa de plástico y las esparció sobre su banca, mientras decía: “Les traje un ejemplo de lo que estamos sufriendo. Miren, esto están respirando mis hijos y todos los rosarinos. Estas son las cenizas que se nos meten en nuestras vías respiratorias y nos están matando”.
De todas formas el diputado, sostuvo que “no sólo nos están matando las balas por impericia del gobierno nacional y del gobernador de Santa Fe, sino que también nos está matando todos los días un poquito con el aire que respiramos por la incapacidad o la impericia de esos funcionarios”.
“Por eso -concluyó Angelini-, a todos los que están gobernando y tienen que resolver este tema, les pido que lo resuelvan. Si no, que renuncien”.
Con incendios forestales en 13 provincias argentinas, de las cuales 9 conservan aún focos activos, los diputados nacionales decidieron recoger el guante durante la sesión especial de ayer y abrieron la posibilidad de un debate en comisiones del proyecto de ley que impulsa la conservación de las zonas de humedales: analizarán las propuestas a partir del jueves 22 de septiembre.
Además, como parte de la reacción política ante la grave situación ambiental, un grupo de intendentes de los departamentos de la provincia de Santa Fe cercanos a la ribera del río Paraná protestaron este jueves en el Obelisco porteño como una forma de visibilizar el problema que los afecta.
Entre los jefes comunales se encontraba el intendente de Rosario, Pablo Javkin, del Frente Progresista Cìvico y Social, quien señaló: “Estamos muy preocupados porque esto trae inconvenientes para la salud en un área en la que habitan 1.800.000 personas. Tenemos una situación insostenible que llega hasta Zárate o San Pedro, en la provincia de Buenos Aires. Y ya sufrimos varios accidentes viales debido a la escasa visibilidad en el puente Rosario-Victoria”.