MEdiante una nota publicada en el portal web de noticias de su padre, el diputado provincial y empresario Daniel Sansone, la artista hizo pública su decisión. La misma llega luego del desgaste producto de una gestión pobre en lo cultural, a tono con la cartera de Educación, de la que depente y gestiona el ministro Matías Cánepa. “No puedo seguir tolerando el escarnio público ni la extorsión privada, es difícil gestionar atada de pies y manos”, dijo la ex funcionaria y aclaró el carácter indeclinable de su renuncia.
Lo primero que desde este medio nos preguntamos es si será una maniobra similar a la que se orquestó con la salida del ministro Abel Cornejo, quien hizo lo propio en la cartera de Seguridad y Justicia, aunque luego, el operativo clamor ingeniado por Grand Blourg finalizó con la confirmación del hombre en su cargo y el redoblamiento en la apuesta de Gustavo Sáenz.
El rumor que corre por estas horas es si Matías Cánepa será el proximo en renucniar, con el fin de retomar su banca como Diputado Provincial, correindo al propio Sansone del cargo y removiendo a la figura de Esteban Amat de la presidencia de la Cámara Baja. Esto en sintonia con lo sucedido con Cornejo. Sansone se mostró con cintura propia dentro del recinto, y esto es algo que dentro del saenacismo se paga caro, lo que significaría que padre e hija serían eyectados.
El rumor del momento es la posibilidad de que La ahora ex secretaria de Cultura sea reciclada en la Casa de Salta en Buenos Aires. De ser así, es posible la llegada de su actual encargado, Martín Plaza, ya tenga las valijas listas para mudarse a ciudad judicial. Esto sería un hecho aberrante, aunque en línea con las decisiones de Gustavo Sáenz.
"El portazo"
Un portazo modesto pero portazo al fin fue el que dio Sansone quien deja el principal cargo en Cultura, el cual venia ocupando desde que Gustavo Sáenz asumió como gobernador en diciembre de 2019.
“Voy a concentrarme en el desarrollo de una serie de proyectos personales y seguiré colaborando en lo que pueda”, comentó al portal web Opinorte.
El tono de su carta de dimisión deja en evidencia que su paso por el área de cultura no fue precisamente sencilla y que su relación con gobierno nunca fue buena sino apenas profesional.
Entre los motivos destaca que “se acabó mi tolerancia a las extorsiones y condicionamientos de sectores que solo piensan en el beneficio propio por encima del bien común, del mejor bienestar de todos los salteños”.
“Se acabo ver como se malgasta el erario público en gente que no valora su trabajo y que le hurta el dinero a todos los Salteños sin ningún tipo de remordimiento o culpa y mucho menos aun amor o voluntad a trabajar”, resaltó y sostuvo: “no puedo seguir tolerando el escarnio público ni la extorsión privada, es difícil gestionar atada de pies y manos”.
“Se agotó el tiempo de persecuciones y ser juzgada y quemada en la hoguera por mi condición de mujer como si Salta estuviera estancada en el medioevo y la caza de brujas o inquisición no solo estuviera bien vista sino avalada desde el poder”, subrayó.
Y acotó: “Soy Sabrina Sansone, mujer, y artista, profesora nacional de danzas clásicas y contemporáneas, Secretaria de Cultura, pero ante todo soy Sabrina Sansone una mujer Libre; no concibo la vida en general ni mi vida en particular en un estado de perseguida o condicionada, las mujeres somos Libres y mi dignidad y convicciones no se negocian, ese es mi límite”.