Por Pablo Kosiner (*)
La Cámara de Diputados de Salta dio media sanción al proyecto de ley que suspende por “única vez” la aplicación de la PASO en Salta. En primer lugar es imposible que existan dos “únicas veces” ya que en el 2020 se aprobó la ley 8225 que las suspendía de manera extraordinaria y excepcional.
Esta situación de suspensiones permanentes y excepcionales a la vez generan una situación de inseguridad jurídica respectó una de las leyes más importantes en materia de institucionalidad como lo es una ley electoral en una provincia. Cuestión que no debe pasarse por alto.
La eliminación de hecho (suspensión reiterada) de la elección democrática de precandidatos de los partidos políticos contraría el art. 54 de la Constitución de Salta que obliga a que los procedimientos de designación de candidatos sean “demócraticos”. Eso no paso en 2021.
Efectivamente en la elección 2021 con la misma decisión se dejó afuera a toda la sociedad de elegir democráticamente en PASO. En cada partido las cúpulas partidarias armaron discrecionalmente TODAS las listas. Puede volver a pasar, lo que roza la inconstitucionalidad.
Resulta FALSO que la gente no participa en las PASO. En las últimas del 2019 participaron 705.546 salteñas y salteños con una participación del 68,78%. Saben cuantos salteño/as participaron en la selección de precandidatos en el 2021 ? 0 (cero). No hubo democracia interna.
Utilizar el costo económico para pretender eliminar las PASO es no hablarle de frente a la sociedad. En todos los lugares del mundo organizar elecciones cuesta dinero. Se presupuesta y se cumple. Entonces como se valorizaría la falta de democracia para elegir candidatos ?
Otro argumento errado para eliminar las PASO es la proliferación de partidos. Es exactamente al revés. La falta de una ley de orden público que obligue a la democracia interna hará que quienes no se vean favorecidos por las cúpulas construyan nuevos partidos para participar.
La finalidad de un sistema electoral debe ser más participación y transparencia. Con menos democracia estamos peor. Esta discusión hoy no era una prioridad, si lo es una agenda que debería atender a la crisis económica y social en que vivimos. La Cámara de Senadores de Salta puede revertirlo.
(*) Ex diputado Nacional, ex ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos; ministro de Gobierno.