Las leyes y su aplicación eficaz son un pilar fundamental de la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, como así también respuesta a esta grave vulneración de los derechos humanos.
Es por eso que trabajamos en el permanente desarrollo y crecimiento de estrategias en materia de política criminal de género y diversidad, analizando, visibilizando, promoviendo y diseñando herramientas y acciones para fortalecer la actuación del Ministerio Público Fiscal de Salta dentro del ámbito de sus incumbencias y responsabilidades y afrontar los próximos desafíos.
Con la premisa de que todas las mujeres se sientan escuchadas y protegidas, actuamos comprometidos en el fortalecimiento de la respuesta que debemos brindarles, desde el contacto inicial y a lo largo de todo el proceso, apoyando su camino hacia la justicia sin discriminaciones, sesgos ni prejuicios. En este sentido, la más reciente disposición del MPFS, ha sido el fortalecimiento de las Fiscalías Penales del Distrito Centro a través de una Convocatoria a Concurso Público de Antecedentes y Oposición para la cobertura de seis cargos de Auxiliar de Fiscalía Penal.
Atentos a la problemática en el norte de la provincia, relacionada a la narcocriminalidad y delitos conexos, que en muchos casos también se encuentra presente en casos de violencia que afectan a mujeres, se dispuso la creación de una Unidad Especial de Investigaciones del Norte a fin de reforzar el despliegue regional de las actividades del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) e incrementar la capacidad investigativa de las Fiscalías Penales de los Distritos Judiciales de Orán y Tartagal. A la par, desde estas Fiscalías, se impone la premisa de analizar la existencia de situaciones de vulnerabilidad, la posible existencia de otros delitos vinculados con la violencia de género y/o la trata de personas, la detección y persecución de ciberdelitos y utilización de material de abuso sexual infantil, entre otras realidades que pueden estar aconteciendo, incorporando perspectiva de género y victimológica.
La muerte violenta de mujeres es un fenómeno extendido a nivel global; su prevalencia va en aumento en todo el mundo y está cobrando proporciones alarmantes. Es por eso que desde la Procuración se dispuso que, ante el inicio de cualquier investigación por muerte violenta de una mujer, un supuesto suicidio o muerte accidental, deberá presumirse primeramente la comisión de los delitos de femicidio, cumpliendo con las pautas, protocolos y medidas previstas, hasta tanto se pueda descartar la comisión dolosa con un debido razonamiento probatorio e indiciario. Esta regla también fue extendida a casos de aparentes suicidios o muerte violenta con presunción de conexidad con criminalidad compleja.
El logro de investigaciones exitosas que permitan el enjuiciamiento y el justo castigo de cada caso de delitos vinculados con el género y las distintas violencias resulta una herramienta indispensable para pulverizar cualquier ideación o falsa expectativa de impunidad ante su acometimiento; sólo así podrá cimentarse la advertencia en la conciencia colectiva -en términos de prevención general- de que cada conducta violenta arrastrará como consecuencia su sanción penal.
Basados en una estrategia central de multiplicación, se concentran los esfuerzos en la capacitación permanente del personal perteneciente al Ministerio Público Fiscal para que éstos se conviertan en agentes multiplicadores en género, derechos humanos y prevención de la violencia.
Desde el Servicio de Atención a las Víctimas (Savic), Fiscalías de Violencia Familiar y de Género, Unidad de Femicidios, Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual y las distintas Fiscalías Penales se trabaja incansablemente para detener las violencias contra la vida de mujeres y personas miembros del colectivo LGBTIQ+ y delitos contra la integridad sexual, procurando los mecanismos más aptos para otorgar una red de contención y acompañamiento suficiente, especialmente en aquellos casos de sectores de extrema vulnerabilidad.
Los crimenes relacionados con el género y otras formas de violencia contra las mujeres y las niñas no son inevitables, pero pueden y deben prevenirse a través de la intervención temprana y una necesaria asociación multisectorial, aumentando la sensibilización y perfeccionamiento del sistema. Mejorar la coordinación estratégica de los múltiples sectores comprometidos, trabajo conjunto, concientizar, promover la escucha activa, garantizar la atención y la protección de las mujeres es el camino que nos llevará a la reversión y disrupción cultural que permita concretar este ansiado deseo de terminar con este flagelo.