Después de levantar la Copa del Mundo y de disfrutar de una celebración histórica en Argentina, Lionel Messi regresó con su familia a París y tanto él como Antonela Roccuzzo, Mateo, Thiago y Ciro, retomaron la rutina diaria. En ese contexto, el capitán de la selección retomó el ritmo en su equipo, el PSG y habló por primera vez luego de ser campeón del mundo. Para romper el silencio eligió a Andy Kusnetzoff, quien se trasladó a la capital de Francia para hacerle la entrevista radial.
“Siempre le agradezco a Dios. Yo sabía que me iba a regalar un Mundial, no sé, lo sentía”, dijo Messi, entre otras cosas, en el programa Perros de la Calle por Urbana Play. “Por suerte se dio lo que tanto soñamos. Por suerte se dio al final. Desde ese día cambió todo para mí. Ahora lo podemos decir”, sumó Leo en el marco de una larga charla en la que dejó muchas frases para escuchar, analizar y repasar.
Fue entonces que el conductor le propuso una pausa para ser él el protagonista por un rato y leerle una carta que había escrito para el astro. “Te escribí una carta”, le anunció y conociendo el pudor que le dan a Messi esos gestos, le anticipó: “Me gusta porque estamos solos acá tranquilos, te la pienso leer. Bancatela”. Y comenzó a leer la carta escrita de puño y letra en un papel.
“Querido Leo, es difícil hablar con vos sin ponerse nervioso. Parecés un tipo simple al que le gusta comer asado con amigos, escuchar música como todos, pero no sos uno más. O sí lo sos, pero especial. Trajiste la copa y eso es un logro extraordinario, pero no trajiste eso solo, trajiste felicidad”, expresó el conductor mientras el jugador sonreía y se movía en su silla. “Uniste al pueblo y eso es increíble”, agregó.
“Muchas gracias, muchas gracias”, respondió Messi, conmovido por el texto, quien se paró, lo abrazó y le dio un beso a Andy.
La carta completa
Querido Leo, es difícil hablar con vos sin ponerse nervioso. Parecés un tipo simple al que le gusta comer asado con amigos, escuchar música como todos, pero no sos uno más. O sí lo sos, pero especial.
Trajiste la copa y eso es un logro extraordinario, pero trajiste algo más: trajiste felicidad. Sos consciente de que lo deportivo es muy importante, pero unir al pueblo es increíble.
Hace mucho que no pasaba ver a tanta gente junta feliz. Sin grieta, sin diferencias. Gente que estaba frustrada, gente que estaba dolida. Personas que no llegan a fin de mes o no tienen laburo o perdieron un ser querido... todos salieron a la calle a festejar. ¿Sentiste eso?
La cantidad de chicos felices por verte levantar la copa, verte no rendir hasta lograr. Lo tuyo fue hermoso. Mi hija de seis años me dijo ‘¿No puede venir Messi a cenar?’ porque piensa que es posible porque te siente familiar, como todos los pibes y las pibas de Argentina.
Leo, sos taza, tatuaje, remera, mural. Se va a hablar de vos toda la vida. Hoy me toca a mí tener enfrente y no quiero dejar de agradecerte.
Gracias por darlo todo, gracias por ser argentino.