En este miércoles 17 de mayo, los precios de las naftas y el gasoil experimentaron un aumento promedio del 4%. Esta subida ya se reflejaba desde tempranas horas en algunas estaciones de servicio de Puma Energy, Raizen (que comercializa Shell) y Axion. Sin embargo, la atención se centra en la petrolera estatal YPF, quien a partir de las 8:00 de la mañana modificará los valores al surtidor. Aunque el lunes afirmaron que los precios no estaban rezagados en relación a la paridad de importación del crudo, ahora realizarán los ajustes correspondientes.
El Ministerio de Economía convocó a una reunión de urgencia con ejecutivos de las compañías petroleras para analizar el funcionamiento del mercado y buscar un congelamiento de precios. A pesar de ello, tras el encuentro se mantuvo el porcentaje de aumento previamente establecido.
En abril, el Gobierno y las petroleras acordaron incrementos del 4% mensual entre mediados de abril y mediados de agosto. Sin embargo, la aceleración de la inflación durante el cuarto mes llevó a las autoridades a buscar moderar el impacto de los combustibles en el resto de la economía.
La secretaria de Energía, Flavia Royón, encabezó la reunión clave con los directivos de YPF, Axion Energy, Raízen (Shell) y Puma Energy, que representan más del 90% de las ventas de combustibles en Argentina. También estuvo presente el ministro de Economía, Sergio Massa.
El objetivo del encuentro fue evaluar la situación actual del mercado y determinar el grado de retraso en los precios en comparación con la paridad de importación. Tras la reunión, se decidió implementar el aumento del 4% promedio, tal como se había acordado en el renovado acuerdo de Precios Justos para el sector.
En la Ciudad de Buenos Aires, una vez que YPF se sume a los incrementos de mayo, los precios de los combustibles en las estaciones de servicio serán los siguientes: nafta súper a $185,50, nafta premium a $233,50, gasoil común a $197,90 y gasoil premium a $282. En lo que va de 2023, los combustibles han aumentado un 18%, en contraste con una inflación del 32% en el primer cuatrimestre y una devaluación del peso del 25%, según indican fuentes del sector.