Guillermo contó que su padre tiene diabetes y necesita una amputación en el dedo. Médicos de la clínica Cruz Azul les recomendaron hacer previamente unos estudios, entre ellos una angioplastia para la que necesitan tres insumos que los tiene que proveer el PAMI. Ahí empieza el periplo de este paciente y sus familiares. "Desde el primero de febrero que estoy dando vueltas", comentó Guillermo a Agenda/Salta.
Así también, explicó que uno de los tres insumos no figura en el sistema de la obra social. "Es es el gran problema porque estoy entre el PAMI y Hemodinamia del Norte, ahora pasamos a ser atendidos por la gente del sanatorio San Roque y nadie se hace cargo", lamentó. Y para colmo de males, no pueden adquirir el producto de manera particular o si lo hacen, no será reconocido.
Luego explicó que cuando va a la obra social, no hacen mucho por resolver los problemas de los afiliados. "Sé que hay mucha gente con los mismos problemas que yo, pero mi papá tiene un dedo muerto ya y le va a tomar todo el pie si es que no hacemos la operación".
Ahora, desde el sanatorio lo enviaron nuevamente a que haga el pedido en el PAMI porque ahí tampoco le pueden dar solución a la falta del insumo; y en el PAMI, le dicen que quienes se deben hacer cargos son los del sanatorio. Ese es el rulo sin fin al que está expuesto el paciente mientras ve cómo se deteriora su situación.
"Reconozco que por ahí pueden ser insumos caros, pero el PAMI les cobra toda la vida a los jubilados y la solución no llega y yo ya estoy desesperado", explicó. Así también detalló que si bien no sufrió malos tratos, tampoco lo guiaron para subsanar el problema. Hasta llevó la denuncia a la Superintendencia de Salud, sin mayores resultados.