El precio del kilo de carne continúa su imparable ascenso en Salta, dejando perplejos a los consumidores y generando inquietudes entre los carniceros locales. Dardo Romano, una voz autorizada en el ámbito de las carnicerías de la región, ha compartido su análisis sobre la situación y sus preocupaciones respecto al futuro del mercado cárnico.
Según Romano, el reciente aumento que dejó sorprendidos a muchos al comprar un kilo de bife y tener que dejar un órgano como pago, se debe a la combinación de varios factores. La devaluación de la moneda y la suba de los costos de producción han llevado a un incremento del 20% en el precio de la carne en el mercado. "Lamentablemente, ya se han juntado muchos factores, años de desaciertos políticos y productivos, golpeando la producción de terneros y reduciendo la oferta", explicó Romano en conversación con Agenda/Salta.
El impacto en los consumidores es evidente. El kilo de asado, que hace poco rondaba los 1500 pesos, ha experimentado un aumento de cerca del 25%, alcanzando una referencia cercana a los 2000 pesos. Cortes premium como la costilla y el bife de lomo no han quedado exentos de esta escalada, con estimaciones que sitúan su precio en alrededor de 4000 pesos por kilo, una cifra que parece difícil de digerir para muchos pero es la que se viene.
El panorama no se vislumbra más alentador a corto plazo. Romano señaló que la cadena de producción se ve afectada por la disminución de vientres y madres, lo que reducirá la oferta de terneros. Los efectos de fenómenos climáticos como la sequía también han afectado al sector, y en conjunto con la coyuntura económica, anticipa años difíciles para la industria cárnica argentina.