Hace diez años que la Argentina reconoce la identidad de género de sus habitantes, lo que significa que el dato legal que más importa en el DNI es cómo nos autopercibimos. Sin embargo, los resultados preliminares del Censo 2022 dejan algunas dudas sobre la incorporación de este paradigma a los sistemas registrales, instrumentos vitales para elaborar políticas públicas.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reveló a Clarín que informaron cuántas mujeres, varones y personas “X” (no binarias) hay en país en base al sexo registrado al nacer, en vez de sobre el género autopercibido.
Antes de continuar, algunas definiciones: la palabra sexo alude a las diferencias físicas y biológicas entre varón y mujer, mientras que género es “una categoría construida social y culturalmente que se aprende y que, por lo tanto, puede evolucionar o cambiar”, define UNICEF en sus guías de comunicación con perspectiva de género.
En Argentina, la Ley 26.743 de Identidad de Género, sancionada en 2012, permitió que al menos 12.655 personas rectificaran su DNI con la identidad de género “varón”, “mujer” o “X” para personas que no se comprenden en ninguna de las otras dos categorías. Esta última opción fue incorporada por decreto a fines de 2021.
Se trató del decreto 476/2021, que detalla en su artículo 4°, que se pondrá la “X” en el campo “sexo” –sigue diciendo sexo, aunque habla ahora de género- a las identidades “no binaria, indeterminada, no especificada, indefinida, no informada, autopercibida, no consignada; u otra acepción con la que pudiera identificarse la persona que no se sienta comprendida en el binomio masculino/femenino”.
El Censo 2022 es el primero en la historia argentina que incluye a las personas no binarias y la identidad de género en su cuestionario.
Captura cuestionario Censo 2022.
Hubo dos preguntas. La primera, “¿cuál es el sexo registrado al nacer?” y, la segunda, “de acuerdo a la identidad de género, ¿se considera mujer, mujer trans/travesti, varón, varón trans/ masculinidad trans, no binario, otra identidad/ninguna de las anteriores, prefiero no contestar o ignorado?”.
Los resultados –preliminares- se conocieron a fines de enero. “En las viviendas particulares viven 51,76% de mujeres, 45,22% varones y 0,02% es “X” o no se reconoce con ninguna de las opciones anteriores”, comunicaron desde el portal oficial del Censo. En total, fueron 8.293 personas censadas con esa “X”.
Lo cierto, como confirmaron fuentes del mismo Instituto a Clarín, es que esos porcentajes fueron extraídos de la pregunta “¿cuál es el sexo registrado al nacer?” y no de acuerdo a la pregunta que corresponde al género.
Y detallaron que la "X" correspondería a quienes “de bebés no fueron asignados ni como varones ni como mujeres sea en el DNI o partida de nacimiento”.
Clarín consultó al Registro Civil porteño cuántos bebés fueron inscriptos en sus partidas de nacimiento en esta categoría. La respuesta: ninguno.
“No hay partidas de nacimiento X. Es F o M”, aclararon desde el Registro, en referencia a “femenino” y “masculino”. Y puntualizaron: “No se puede poner a un recién nacido ‘X’. Luego, cuando crece, puede cambiar de sexo si lo desea”.
El caso de Gerónimo Carolina
Gerónimo Carolina González Devesa es una de las primeras personas que consiguió, en 2018, que le rectificaran una partida de nacimiento sin género en el país. Hoy, se desempeña como referente del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de Mendoza. Se identifica con todos los pronombres, así que explica que es médico, médica o medique.
En el Censo 2022, indicó que el “sexo con el que fue registrado al nacer” fue “mujer” y que “en identidad de género” se considera “no binario”. “Lo de la X solo sirve para el DNI”, asegura.
“A todos nos asignan como varones o mujeres al nacer. Ni siquiera a las personas intersex, que son quienes genéticamente o biológicamente están afuera de lo que se considera varón o mujer, como en la película XXY, se las inscribe con X al nacer, porque los médicos no podemos decidir por una persona su identidad. Se les asigna el género que más se les acerque”, detalló.
Sobre el cuestionario del Censo 2022, González Devesa, opinó que “está mal hecha la pregunta” y recordó que muchas personas no binarias decidieron no participar por miedo al uso que pudieran dar a esos datos o por diferencias con la manera en la que se formularon las preguntas.
¿Cómo fue en la práctica el censo? Alejandra –prefiere no dar su nombre real- fue coordinadora de radio censal, por lo que no fue casa por casa haciendo preguntas, sino que se encargó de capacitar. “Los días previos al censo hubo algunos problemas con el sistema. Iba a ser todo online, pero después no estaban seguros de si andaba o no. Entonces las capacitaciones se centraron en el Abc de cómo censar y la opción manual por si ese día la aplicación no funcionaba, que de hecho al final en mi zona no funcionó”, cuenta.
Sobre la forma de abordar el cuestionario, Alejandra indicó que “no se hizo especial hincapié en cómo hacer esa pregunta sobre el sexo se las personas. Entonces terminaba dependiendo del criterio de cada censista. O sea, la pregunta era la que estaba en el formulario y ya. No es que después se le repreguntaba a la persona sobre el DNI”.
"El cuestionario está mal hecho"
Para Blas Radi, profesor de Epistemología Social y coordinador de la Cátedra Libre de Estudios Trans en la UBA, “el cuestionario del censo está mal hecho” y apuntó a otra sección del cuestionario “solo para mujeres” en torno a cuestiones reproductivas.
“Si admitís que el género es una vivencia interna, tal como estipula la Ley de Identidad de Género, y te hacés cargo de eso en la pregunta por la identidad, no tiene sentido que hagas ese recorte después para preguntar por el tema de embarazos”, fundamentó.
La “Guía para responder el Censo digital” estableció que para la pregunta “¿cuál es el sexo registrado al nacer?” la definición de “sexo” que debía considerarse “refiere al sexo con que fue registrada la persona al nacer en la partida de nacimiento o documento de identidad. Si la persona no tiene documentación, refiere al sexo asignado por la partera, el médico, el familiar o la sociedad. Puede ser mujer/femenino, varón/masculino, o bien X/ninguna de las anteriores. La nomenclatura X está vigente en la Argentina a partir del Decreto 476/2021”.
Sin embargo, explica Radi, el decreto 476/2021 no se refiere al sexo asignado al nacer, sino a la identidad de género”. Y agrega: “En la Argentina, las personas que modificaron su DNI para tener una X, fueron asignadas al sexo femenino o masculino al nacer y, cuando modificaron su DNI, en todo caso lo que se modifica es su identidad registral, que en el DNI se carga como "sexo", pero no su sexo asignado al nacer”.
¿Qué pasa entonces con esas 8.293 personas censadas con esa “X” como “sexo registrado al nacer? ¿Fueron personas que tramitaron el DNI no binario y marcaron esta opción en el Censo? “Esto no lo podemos saber”, asegura Radi y explica que “se dificulta la interpretación de los resultados porque el instrumento tiene errores conceptuales”.
"La cantidad de personas que se autoperciben no binarias en la Argentina se conocerá cuando se difundan los datos de la pregunta ‘identidad de género’”, confirmaron a Clarín desde el INDEC.