El verano se va despidiendo a pleno en Salta y alrededores. Este fin de semana que ya comienza, será el último de temporada estival que tendrá mucho sol y altas temperaturas.
Según el pronóstico, para este sábado y domingo se esperan máximas que rondarían los 28 y 30º, como vino pasando en las últimas jornadas.
El meteorólogo Edgardo Escobar dio algunos detalles de cómo será el final del verano e inicio del otoño que comenzará en cuestión de días.
"Primero hay que decir que para esta noche no se descartan precipitaciones", dijo Escobar.
"Después, sábado y domingo tendrán condiciones similares del tiempo. El domingo va a ser una jornada muy agradable, con temperaturas de 28 o 29 y cielo mayormente despejado".
Para el lunes, último día de esta estación, pero también para el martes (inicio del otoño) y miércoles, es altamente probable que el calor seguir presente.
"El miércoles va a ser un día clave, o martes a la noche, por ya se puede observar que se aproxima un sistema frontal fío, y antes de que esto ocurra siempre hay precipitaciones", señaló el meteorólogo.
Las altas temperaturas comenzarán a ceder desde el próximo jueves. Por lo pronto, el Servicio Meteorológico Nacional ya indica que para ese día la máxima sería de 25º.
Poca lluvia
Con respecto a las precipitaciones del mes, Escobar aseguró que los valores de marzo están todavía muy por debajo de la media establecida en los últimos 30 años.
"Con la lluvia estamos pobres, recién van 42 milímetros, cuando la media es de 110", expresó.
Al ser consultado sobre las últimas tormentas que se registraron en las últimas noches, el experto del clima hizo una salvedad: "En la zona aeropuertaria se registraron muy pocos milímetros, y esa es la medición oficial".
En cambio, en zona norte, el registro fue de 57mm.
Por último, confirmó que el fenómeno de La Niña, que provocó grandes sequías en el NOA y otras regiones del país, llega a su fin, dándole paso a una etapa neutra con el fenómeno de El Niño perfilándose para ingresar en los próximos meses. Si esto se confirma, se supone un invierno más "benévolo" y un verano más lluvioso.
