Organizaciones de mujeres de Salta publicaron un contundente cuestionamiento a los organizadores del festival Trichaco, luego de que se utilizara la imagen de dos jóvenes de comunidades originarias desnudas para promocionar el evento.
Apuntaron contra Omar Cuellar, quien fue citado a declarar por el tema, como responsable de la publicación.
Cuellar es docente de Tartagal y está acusado de ser quien difundió desde sus redes sociales las imágenes que generaron críticas de diferentes sectores sin que los organizadores del festival, que se realizó este fin de semana en el paraje Rancho El Ñato, hayan salido a desligarse. Fue llamado a declarar por el fiscal penal con jurisdicción en Santa Victoria Este, Jorge Armando Cazón.
La Multisectorial de Mujeres de Salta, Cladem (Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) y el Instituto Jurídico con Perspectiva de Género del Colegio de Abogados repudiaron “las expresiones sexistas y violentas del funcionario - empleado del Ministerio de Educación de la Provincia de Salta, Omar ‘Bigote’ Cuellar”. Agregaron que se trata de “un claro intento de cosificar los cuerpos e identidades de quienes son sobrevivientes de todas las violencias machistas y patriarcales".
También destacaron que los organizadores del festival no se pronunciaron sobre el tema. “Si los discursos inscriben y construyen realidades, no es esta la realidad que queremos”, plantearon.
“Las opresiones de este sistema, de género, clase, raza, etnia, se inscriben con más o menos matices, en los cuerpos y vidas de todas las mujeres, en especial, mujeres originarias e identidades feminizadas. Es inadmisible y repudiable, que semejante afrenta a la dignidad de las mujeres en toda su diversidad, provenga de quienes tienen el deber de conocer y llevar a la práctica todas las leyes y tratados internacionales con rango constitucional, en función de erradicar la violencia contra niñas, mujeres, mujeres lesbianas, travestis, trans y no binarias+”, manifestaron.
Remarcaron que el evento “es organizado por hombres, con la impronta de la herencia machista y violenta” y que “más de una mujer, comentó que, salir a ‘cazar’ niñas y mujeres originarias y campesinas pobres de toda pobreza, para someterlas a violaciones grupales, es el principal ‘divertimento’ de varones que cuentan con el silencio complaciente del resto de sus iguales, generadores de las violencias recurrentes”.
La polémica llega luego de que organizaciones sociales impulsaran campañas contra la violación grupal a niñas, adolescentes y mujeres de comunidades originarias, práctica que suele denominarse como “chineo”. El término se desprende de “china”, una forma peyorativa de referirse a las jóvenes.
Describieron también que el Trichacho se lleva a cabo en una de las zonas más pobres de Salta, donde hay muertes por desnutrición y una crítica situación relacionada con la falta de alimentos, viviendas y servicios básicos.
Las referentes de los movimientos de mujeres también cuestionaron al Chaqueño Palavecino, creador del festival, que surgió con fines solidarios. “Nunca dio a conocer públicamente, cuáles fueron las recaudaciones a lo largo de casi 20 años, ni cómo se invirtieron esos dineros. Porque no podría someterse a un inventario público. Un grifo de agua, un tendido de red eléctrica de pocos metros, no justifican, la opresión, el racismo, la violencia, la apropiación de los cuerpos y vidas de niñas y mujeres. Ni que esas niñas y mujeres que no pueden asomar a esa clase de festivales, porque no disponen de dinero ni para el alimento básico diario deban durante el año, especialmente esos días, elaborar sus miedos como estrategias de supervivencia. Aún, cuando, la recaudación de ese festival, supuestamente, las incluye”, sostuvieron y pidieron dejar de “subsidiar al Trichaco”.
Palavecino ya había quedado en el centro de la polémica en junio, cuando se enojó porque le pidieron bajar del escenario para respetar el horario del festival de Vaqueros y tiró un micrófono para luego advertir: "No vuelvo más". En febrero, protagonizó una situación similar en el festival de San Carlos, cuando se molestó por el horario en el que le tocó cantar. En 2017, causó controversia en la Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes, cuando una fan subió a bailar con él y dijo "me gustan las mujeres más gordas que esta todavía", antes de subirle la remera frente al público.