El 7 de junio es el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos. Este es el cuarto año de la celebración, que va cobrando mayor relevancia a nivel mundial, ya que su objetivo es llamar la atención e inspirar acciones para ayudar a prevenir, detectar y gestionar los riesgos transmitidos por los alimentos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirma que de esta forma “se contribuye a la seguridad alimentaria, la salud humana, la prosperidad económica, la agricultura, el acceso al mercado, el turismo y el desarrollo sostenible”.
El tema de este año es “Alimentos inocuos, mejor salud” y hace referencia a que el acceso a alimentos seguros resulta esencial para la salud y el bienestar de las personas, los animales y el ambiente.
En este marco, el Ministerio de Salud Pública recuerda que, a través del programa de Bromatología, la Provincia garantiza la inocuidad de los alimentos y productos alimenticios que consume la población en todo su territorio, para lo cual se aplican las normas establecidas en el Código Alimentario Argentino y ley provincial 6862.
“Todas las personas tienen derecho a una alimentación inocua, nutritiva y suficiente”, expresó la jefa del programa de Bromatología, Marta Chuchuy, agregando que “la inocuidad es la ausencia, a niveles seguros y aceptables, de peligro en los alimentos que puedan dañar la salud de los consumidores”.
Alimentos y salud
Solo los alimentos inocuos satisfacen las necesidades alimentarias y contribuyen a que todas las personas tengan una vida activa y saludable. No existe seguridad alimentaria sin inocuidad de los alimentos.
- Los alimentos contaminados causan más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta el cáncer.
- Se calcula que casi 1 de cada 10 personas en el mundo se enferma por comer alimentos contaminados.
- Casi el 30% de todas las muertes por enfermedades de transmisión alimentaria se producen en niños menores de 5 años.
La contaminación de los alimentos puede producirse en cualquiera de las etapas del proceso de fabricación o de distribución, aunque la responsabilidad recae principalmente en el productor.
Sin embargo, una buena parte de las enfermedades transmitidas por los alimentos se deben a aquellos que han sido preparados o manipulados de forma incorrecta en el hogar, en establecimientos que sirven comida o en los mercados.
Es necesario que todos los manipuladores de alimentos y consumidores entiendan la importancia de adoptar prácticas higiénicas básicas al comprar, vender y preparar alimentos para proteger su salud y la de la población en general.