Un dolor persistente, la aparición repentina de un bulto o un cambio inusual de forma o temperatura de las mamas, son señales de alerta de una posible patología mamaria. Pueden ser detectadas por las pacientes o aparecer en los controles de rutina, lo que deriva en un diagnóstico y su posterior tratamiento. Sin embargo, por distintos factores, este camino no siempre se cumple. Y los resultados son negativos.
En el marco del Día Mundial de la Salud, que se conmemora este viernes 7 de abril, los especialistas de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) destacan tres pautas fundamentales ante las enfermedades o trastornos mamarios: difundir los factores de riesgo y los síntomas, concientizar a las pacientes sobre la importancia de cumplir los controles de rutina y garantizar que todas dispongan de una atención médica de calidad.
“Todas las personas deben tener acceso a la salud ya que es un derecho y, como tal, no deberían existir barreras que impidan llegar al diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. Sin embargo, en nuestro país existe un tercio de la población sin un acceso libre, directo y en tiempo”, advirtió el doctor Luciano Cassab (MN 79867), presidente de la SAM y jefe de la sección Mastología del Hospital Prof. Dr. César Milstein.
Los factores que inciden en la falta de acceso son las dificultades geográficas, la desinformación y las deficiencias en la cobertura. El experto sostuvo que en pleno siglo XXI la posibilidad de disponer de estos servicios con celeridad, calidad, equidad y efectividad “aún sigue siendo un desafío en políticas sanitarias” de la Argentina y afirmó que los sectores más vulnerables son los que tienen mayor riesgo de morbimortalidad.
Las deficiencias en la atención temprana no son solo un tema de políticas sanitarias, tienen un efecto directo sobre las tasas de mortalidad.
“La detección temprana es fundamental para la curación del cáncer de mama. La falta de acceso a la atención sanitaria retrasa el diagnóstico y el tratamiento, lo que tendrá un impacto negativo en la salud y la calidad de vida de las pacientes. Por ejemplo, la tasa de supervivencia a 5 años de las pacientes con axila negativa es del 99% (cuando el tumor no se expandió), mientras que cuando los ganglios axilares están comprometidos esa proporción cae al 86%”, detalló el doctor Gustavo Hauszpigiel (MN 77727), miembro de la SAM que se desempeña en el Hospital José María Penna.
Los síntomas más frecuentes
Ocho de cada 10 mujeres llegan a la consulta médica cuando ya aparecieron los síntomas y en general lo hacen por dos motivos, según señalan los expertos de la SAM. “La consulta más frecuente es por dolor mamario. Muchas veces es propio de la mama en pacientes en edad fértil, por cambios fisiológicos; y otras son referidos a estructuras vecinas, como músculos, nervios, huesos y cartílagos. Otra consulta frecuente es por la aparición de un bulto (nódulo), que pueden ser de contenido quístico o sólido”, detalló el doctor Cassab.
El otro 20% de los casos está vinculado a derrames por pezón, en sus diferentes formas, cambios de temperatura y rubor y las asimetrías o retracciones de la piel. Estos porcentajes, explicó el experto, pueden variar en función del grupo etario y el nivel de información que tenga la paciente.
¿Ante qué síntomas hay que efectuar una consulta inmediata? Cassab especificó que aquellos que pueden derivar en un mayor riesgo son la “aparición repentina de un bulto en la mama, la desviación del pezón hacia un lado y las retracciones o derrames sanguinolentos por el pezón. También la presencia de ganglios axilares sin una causa que lo justifique, como por ejemplo la vacunación reciente”.
La situación del cáncer de mama en Argentina
El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres en la Argentina, según el Programa Nacional de Control de esta patología oncológica. La enfermedad se genera cuando las células de las mamas se empiezan a multiplicar en forma anormal. Puede afectar a cualquier mujer y las probabilidades crecen con la edad, en especial desde los 50 años.
“Anualmente causa 6.100 muertes y se estima que se producirán más de 22.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 32% de la incidencia total de cáncer en la mujer”, explicó el doctor Hauszpigiel.
¿Qué factores inciden en su desarrollo? El doctor Carlos Martín Loza (MN 86925), miembro de la Sociedad Argentina de Mastología y subdirector del Centro Mamario del Instituto Alexander Fleming, explicó que además de la edad pueden incidir “los antecedentes personales de lesiones preneoplásicas y cáncer de mama, factores genéticos como portación de mutación de BRCA 1 y 2, la exposición a radiación torácica a edad temprana y el tiempo prolongado de terapia de reemplazo hormonal en menopausia”.
Además, existen factores socioambientales o de rutina inciden en el desarrollo del cáncer mama, ya que están relacionados con que el tejido adiposo periférico produce estrógenos y eleva el riesgo, y que se podrían modificar a partir de una serie de pautas de prevención:
- Realizar una dieta saludable baja en grasas, como por ejemplo la dieta mediterránea
- Evitar en consumo excesivo de alcohol
- Realizar actividad física rutinariamente y evitar el sedentarismo.
- Mantener un peso adecuado, evitando así el sobrepeso y la obesidad
Como cierre de las pautas de prevención, el doctor Cassab vuelve sobre un concepto que resulta necesario reiterar una y otra vez. “La consulta con el mastólogo es primordial y necesaria. Además del conocimiento de sus antecedentes y examen físico, acudirá a métodos complementarios que permitan la detección de enfermedades en sus estadios iniciales, antes de ser palpables”, afirmó.
Salud para todos
El Día Mundial de la Salud se celebra para recordar el aniversario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fue fundada el 7 de abril de 1948. El lema de la edición 2023 es “Salud para todos”.
Los expertos en mastología advierten que en nuestro país aún es una deuda pendiente el acceso equitativo al diagnóstico.“Los países desarrollados disminuyeron la mortalidad por cáncer de mama mediante la implementación de programas de tamizaje poblacional con mamografía, logrando una reducción anual del 2% al 4%. Según la OPS, si consiguiéramos reducir la mortalidad anual en un 2.5% hasta 2040, se evitarían 2,5 millones de muertes por cáncer de mama”, ejemplificó el doctor Hauszpigiel.
Además, la detección en estadios tempranos de la enfermedad permite obtener las mismas tasas de curación con tratamientos, tanto locales como sistémicos, menos agresivos. Estos programas de tamizaje no esperan a que las mujeres decidan concurrir al control espontáneamente, sino que definen un grupo de población al que periódicamente y en forma activa invitan a realizar la mamografía.
El principal método de detección precoz del cáncer de mama es la mamografía. Existe una disparidad de criterios de cuándo comenzar a realizarla, ya que su sensibilidad y especificidad varían con la edad y la estructura mamaria.
“Desde la Sociedad Argentina de Mastología aconsejamos realizar la primera mamografía a los 40 años con la excepción de quienes cuenten con antecedentes familiares de primer grado (madre, hermana o hija), que deberían adelantarse 10 años antes del pariente afectado”, explicó Cassab. Las mamas densas tienen menor sensibilidad que las más adiposas, por lo tanto a las pacientes con esta condición se les recomienda complementar los estudios con una ecografía.
“La ecografía mamaria no solo permite evidenciar nódulos que quizás en una mamografía podrían pasar desapercibidos, sino también da información sobre sus características, contornos, contenido, densidad, vascularización y sombras que pueden orientar a un cierto grado de sospecha. En pacientes de alto riesgo genético o familiar o mamas extremadamente densas, la resonancia magnética nuclear ayuda a detectar lesiones que con los métodos anteriores, pasarán inadvertidas”, agregó el experto.
“De confirmarse la malignidad, cada paciente recibirá un tratamiento específico para su condición, que no siempre es igual al de otra, ya que se adaptará el abordaje terapéutico a sus circunstancias de acuerdo al tiempo de aparición, características clínicas, histológicas y biología molecular”, concluyó Cassab.