El entrenamiento físico no solo mejora la salud, sino que también contribuye al bienestar general. Sin embargo, la frecuencia adecuada es un punto crucial para alcanzar resultados. Según el entrenador personal Mans, tres días de entrenamiento semanales son el mínimo necesario para mejorar la condición física.
“Lo ideal sería entrenar cuatro o cinco veces por semana, pero entiendo que esto puede ser complicado para muchas personas por las limitaciones de tiempo. Aun así, con tres días se logra un estímulo suficiente para que el cuerpo se adapte, pierda grasa y gane fuerza”, explicó.
El entrenamiento físico no solo mejora la salud, sino que también contribuye al bienestar general. Sin embargo, la frecuencia adecuada es un punto crucial para alcanzar resultados. Según el entrenador personal Mans, tres días de entrenamiento semanales son el mínimo necesario para mejorar la condición física.
“Lo ideal sería entrenar cuatro o cinco veces por semana, pero entiendo que esto puede ser complicado para muchas personas por las limitaciones de tiempo. Aun así, con tres días se logra un estímulo suficiente para que el cuerpo se adapte, pierda grasa y gane fuerza”, explicó.
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¿Cuál es la duración que debería tener un entrenamiento?
Aunque existen enfoques que sugieren entrenamientos breves, Mans destaca que, para progresar de manera efectiva, las sesiones deberían durar entre 45 minutos y una hora.
La estructura recomendada incluye:
- Calentamiento (10 minutos): prepara al cuerpo para el esfuerzo físico.
- Entrenamiento con pesas (30 a 40 minutos): enfocado en el fortalecimiento muscular.
- Enfriamiento y estiramiento (5 a 10 minutos): para prevenir lesiones y mejorar la recuperación.
En casos de tiempo limitado, las sesiones de 30 minutos también pueden ser efectivas, especialmente si se centran en entrenamientos de alta intensidad o intervalos.
Cada cuánto hacer pesas
La recuperación muscular es tan importante como el entrenamiento en sí. Según Mans, entrenar con pesas más de dos días consecutivos puede resultar contraproducente, sobre todo si no se alternan los grupos musculares.
“Descansar entre sesiones es fundamental para evitar sobrecargas en articulaciones y tendones, lo que puede derivar en lesiones como tendinitis”, advirtió.
Para quienes buscan resultados integrales, los entrenamientos de cuerpo completo son una opción más eficiente que trabajar grupos musculares específicos.
Un programa de ejercicio equilibrado debe incluir tanto trabajo cardiovascular como de fuerza. Sin embargo, si el tiempo es limitado, las pesas son prioritarias. Dos o tres sesiones semanales son suficientes para mejorar la salud y alcanzar un buen estado físico.
La importancia del sueño
El descanso nocturno es un componente esencial de cualquier rutina de ejercicio. Durante el sueño, el cuerpo se recupera y fortalece, optimizando los resultados del entrenamiento.
“Dormir entre siete y ocho horas por noche es clave para quienes entrenan regularmente. El cuerpo quema grasa, repara tejidos y mejora su rendimiento físico durante este proceso”, destacó Mans.
Con una frecuencia adecuada, sesiones bien estructuradas y suficiente descanso, es posible alcanzar metas de salud y acondicionamiento físico de manera segura y sostenible. La clave está en la constancia y en adaptar el plan a las necesidades individuales.