Según las últimas estadísticas del Registro Civil y del Poder Judicial, durante los años 2021 y 2022 hubo alrededor de tres causas de divorcio iniciadas por cada casamiento realizado. El último año se acentuó la diferencia entre la cantidad de divorcios y la de matrimonios.
De acuerdo con información provista por el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, entre este año y el año pasado hubo 2.083 casamientos en el departamento Capital. En 2021, fueron 1.237 y este año 846, hasta el 21 de agosto último. El departamento Capital abarca la ciudad de Salta y San Lorenzo.
En el mismo período de tiempo, en el distrito Centro del Poder Judicial se iniciaron 6.164 causas de divorcio. En 2021 fueron 3.476 y este año, en promedio, hasta el 21 de agosto, fueron 2.688.
Este año aumentó la diferencia entre los divorcios y los casamientos realizados, aunque siempre rondando la misma equivalencia: 1 casamiento por cada 3 divorcios.
El distrito judicial Centro abarca los departamentos Capital, La Caldera, General Güemes, Cerrillos, Chicoana, Guachipas, La Viña, Rosario de Lerma, Cachi, Molinos, La Poma, Los Andes, los municipios Santa Victoria Oeste y Nazareno (dpto. Santa Victoria) y el municipio Iruya (dpto. homónimo).
Desde el Poder Judicial evaluaron que la mayoría de los divorcios que se iniciaron los últimos años en el distrito Centro serían del departamento Capital, sobre todo por una cuestión de acceso, y que en el interior debe haber más separaciones de hecho. Aseguraron que con las modificaciones del Código Civil y Comercial, vigente desde el 1 de agosto de 2015, el divorcio pasó a ser "mucho más fácil y accesible", y con tiempos de espera mucho más rápidos.
"No sabemos elegir"
La abogada, mediadora y psicóloga social especializada en temas de familia, Mariela Rodríguez Zoni, manifestó que "hay muchos divorcios porque se depositan las frustraciones propias en la otra persona". Consideró que el enamoramiento juega "en contra", y que no se suele elegir al compañero o compañera por una cuestión de responsabilidad: cómo será como padre o madre, por ejemplo. "Es el papá o la mamá que elegiste para tus hijos", planteó.
Evaluó como un problema que, en general, las personas no aprenden a elegir: "Es una cuestión de crianza y de educación de las familias. No hemos enseñado a elegir desde las cosas más pequeñas, como el menú de una comida. El día de mañana, eso repercute en la pareja".
La experta observó que, en la actualidad, la mayoría de las parejas no se casan, sino que conviven: "Muchos afrontan un futuro juntos por cuestiones económicas. Después, viene el hijo y ahí se desencuentran".
Tras las separaciones, buscan revincular a niños con padres
Un problema que puede aparecer tras una separación o divorcio es la obstrucción de vínculo con los hijos.
Según explicó la responsable del programa de Coordinación de Parentalidad, Mariela Rodríguez Zoni, este es un fenómeno social dentro de la familia, que se produce cuando un padre aliena al niño, niña o adolescente contra el otro progenitor. Consideró que el término "alienar" es el correcto para esta situación.
Este programa, que funciona en el ámbito del Ministerio de Seguridad y Justicia, atiende a familias altamente conflictivas para revincular a los niños. Rodríguez aclaró que trabajan con aquellos casos en los que no hay impedimento de contacto, como sucede cuando ha habido situaciones de violencia o abuso.
Este programa funciona desde 2017 y trabaja en contacto directo con la Justicia. En este momento atienden unos 140 casos y tienen unos 500 niños "recuperados". Es un equipo interdisciplinario, con cuatro profesionales.
Rodríguez comentó que hay muchos chicos en riesgo por litigios judiciales entre los padres: así, quedan expuestos a no tener contacto con uno de ellos y a repetir la historia. Aseguró que "la obstrucción de vínculo es lo peor que puede ocurrirles", porque genera un daño muy grande, tanto en su salud mental y física como en su crecimiento y desarrollo.
Según explicó, como los juzgados están desbordados, los jueces derivan los casos más conflictivos para que los traten de forma urgente.
Comentó que trabajan con adultos para transformar conductas y que aprendan a hablar: "Es como una escuelita de padres. Muchos no saben cómo tratarse". Trabajan también con los niños. Siempre con ellos como intermediarios, establecen formas de comunicación y contacto.
Fuente El Tribuno
