Las ventas por el Día del Padre cayeron 1,2% este año respecto del año pasado, según un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). En esta oportunidad, se combinó un momento de alta inflación que agobia al bolsillo de los trabajadores y el fin de semana largo.
La situación preocupa al sector comerciante. Según el 45% de los encuestados, las ventas fueron peores o mucho peores a lo que preveían; el 44% las consideró iguales y solo para el 11% el consumo resultó mejor.
“Se esperaba una fecha tranquila en la venta comercial, no solo por la falta de poder adquisitivo, sino porque el festejo de este año coincidió con un fin de semana largo de cuatro días, donde muchas familias se volcaron al viaje como regalo. El cobro anticipado de aguinaldos en la administración pública y en muchos sectores privados ayudó a dar este impulso”, evaluó CAME.
Las ventas en baja
Las fechas especiales suelen ser un termómetro de lo que pasa en la economía y, en línea con el freno que la inflación impone en las ventas, las compras de los regalos por el Día del Padre también se vieron afectados.
De acuerdo con el informe de CAME, este año descendieron 1,2% frente al año pasado, medidas a precios constantes y, si bien hubo promociones para impulsar las ventas, “no fueron suficientes para activar la demanda hacia todos los sectores”, señaló.
El valor medio de los productos adquiridos fue levemente mayor a 2022, con un ticket promedio de $15.099, frente a $6880 de 2022, lo que implica un aumento de 2,5% a precios constantes.
Según el sondeo, el 45% de los encuestados ofreció alguna promoción especial, pero el 55% restante no lo hizo, lo que también podría haber impactado en las ventas finales.