Los números no alcanzan a dar cuenta de la problemática. El Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad presentó en Chaco los resultados de una encuesta que realizó con la Iniciativa Spotlight para conocer la prevalencia de la violencia contras las mujeres. Los resultados muestran que se denuncia apenas el 21% de las agresiones. Lo que sabemos sobre violencia -lo que llega a las comisarías, fiscalías u ONGs- es apenas la punta del iceberg.
El trabajo se hizo en 12 provincias con la iniciativa global de Naciones Unidas y el apoyo de la Unión Europea en el trabajo para erradicar la violencia contra las mujeres, niñas y personas LGBTI+. El camino a recorrer todavía es largo.
Distintos tipos de violencia de género
Las preguntas a más de 12 mil mujeres de 25 conglomerados urbanos se concentraron en cuatro variantes de violencia en el ámbito doméstico: psicológica, física, sexual o económica. Siempre en el marco de parejas o exparejas. La violencia que ocurre muchas veces dentro de casa, generalmente en la intimidad.
Las encuestas se realizaron durante 2021 en Buenos Aires, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, Neuquén, Misiones, Salta, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. El 45% de las que están o han estado en pareja durante este período reconocieron haber sufrido algunas de esas formas de violencia, en general más de una y a menudo combinadas. El 42% habla de violencia psicológica, 23% de violencia física y 18% de violencia sexual.
Estamos hablando de parejas o exparejas. La violencia sexual en este tipo de vínculos es frecuente pero hace poco tiempo que está reconocida después de años de ser entendida como un “deber marital”. Que el número de mujeres que la reconocen sea tan alto es llamativo en cuanto a la conciencia sobre el delito, pero la incidencia de denuncia es todavía muy baja. Los motivos son muchos y de lo más variados.
“No nos callamos más”, pero todavía hay silencio
¿Qué respuesta tenemos para una mujer que denuncia? Desde la popularización del #NiUnaMenos y la llamada masiva a denunciar las agresiones no se ha podido resolver la deficiencia del sistema para contener a esas víctimas. Denunciar requiere alguien que tome esa denuncia, evalúe los riesgos, imparta medidas de protección. Implica también un problema económico, teniendo en cuenta que muchas veces es el agresor quien sostiene la economía familiar, pero también que a veces la víctima necesita dejar su trabajo y reubicarse para dejar de ser blanco de nuevas agresiones. En ese sentido, el Ministerio de las Mujeres tiene el programa Acompañar, que dura seis meses. No alcanza.
Las mujeres seguimos marchando contra la violencia machista y reclamamos el fin de los femicidios. (Foto: EFE/David Fernández)
Solo el 41,5% de quienes atravesaron situaciones de violencia de parejas o ex han pedido ayuda o siquiera lo han contado. Cuando se trata de una situación de violencia con la pareja actual, la cifra cae estrepitosamente: apenas el 29,4% de las mujeres encuestadas confirmó haber hablado de lo que vive en tiempo presente.
“En el caso de las mujeres que atravesaron violencia física, el 60% acudió por ayuda o asesoramiento. Esto implica que el “40% de las entrevistadas viven su situación en soledad sin ningún tipo de apoyo y contención por parte de su entorno” marca Spotlight en la presentación de resultados. Solo el 21% dio un paso más y pudo hacer la denuncia. El Estado tiene el deber de protegerlas.