Tras la aprobación en el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta de la ordenanza que regula el funcionamiento de las aplicaciones de transporte, un estudio reciente reveló que la gran mayoría de los salteños apoya la presencia de plataformas como Uber y DiDi en la ciudad.
La encuesta fue realizada por la consultora Doxa en marzo sobre una muestra de 400 casos representativos, y muestra un fuerte respaldo ciudadano: el 81,7% de los consultados se manifestó a favor del funcionamiento de Uber. De ese total, un 34,2% lo hizo de manera contundente ("totalmente a favor"), y otro 47,5% expresó su apoyo, pero bajo condiciones de regulación. Apenas un 13% se mostró en contra, mientras que un 5,3% no tiene una postura definida.
La percepción positiva de estas plataformas se asocia a múltiples beneficios que los usuarios identifican frente al servicio tradicional de taxis y remises. Entre ellos, el 30% destacó el mejor precio como ventaja principal, seguido de la facilidad de uso (28,2%) y una mayor sensación de seguridad (27,7%). El 11,1% señaló que los vehículos y la atención son superiores, mientras que solo el 3% no encontró ningún aspecto positivo.
El estudio también midió la predisposición de la ciudadanía a utilizar Uber si su funcionamiento fuera legal en Salta. En ese sentido, un 57,7% afirmó que la usaría, ya sea con frecuencia (24,5%) o de forma ocasional (33,2%). En cambio, el 28,7% aseguró que no la utilizaría, y un 13,6% se mostró indeciso.
Uno de los ejes centrales del debate, la competencia entre servicios tradicionales y plataformas digitales, también fue abordado en la encuesta. Más de la mitad (55,4%) consideró que la competencia mejora el servicio para los usuarios, y otro 26,1% fue más allá: opinó que incluso puede impulsar mejoras en el trabajo de los taxistas y remiseros. Solo un 14,3% advirtió que la competencia los perjudica, y el 4,2% prefirió no opinar.
En síntesis, los resultados reflejan un clima social favorable al uso de aplicaciones digitales para el transporte urbano, aunque condicionado por la necesidad de una regulación adecuada. La ciudadanía valora la innovación, pero también espera que el sistema contemple la protección de los trabajadores del transporte tradicional. El debate, ahora, se traslada a los actores del sector: empresas de remises y grandes titulares de licencias, que aún resisten un esquema de convivencia con las nuevas plataformas.
La nueva normativa aprobada por el Concejo el miércoles establece un marco regulatorio que apunta a garantizar la seguridad, la calidad y la eficiencia del servicio, tanto para conductores como para pasajeros. Entre los requisitos figura la obligatoriedad de contar con licencia profesional de conducir, aunque se otorgará un plazo de hasta dos años para quienes aún no la tengan.
Además, será obligatorio disponer del seguro correspondiente, y las plataformas deberán incorporar un botón antipánico vinculado directamente al sistema de emergencias 911. Los usuarios podrán acceder a los datos del conductor antes del viaje y tendrán la posibilidad de realizar reclamos en caso de que el vehículo no esté en condiciones.
La reglamentación busca equilibrar la apertura a nuevas tecnologías con el cumplimiento de estándares básicos de seguridad y control, en un escenario de movilidad urbana cada más dinámico.