Marcelo Martínez arribó a Doha con Angie, su esposa, el 3 de mayo de 2022. Había vendido un departamento en Buenos Aires y ordenado sus compromisos para instalarse en el país árabe todos esos meses previos hasta el inicio del Mundial.
Hizo un curso de barista antes de viajar para poder prescindir de sus ahorros: estaba confiado de que en Qatar, tanto él como su mujer, encontrarían trabajo. Sin ir más lejos, llegó a barajar la posibilidad de quedarse a vivir allí más allá de la competencia deportiva.
Sin embargo, el 12 de octubre de 2022 fue detenido en el marco de una investigación que buscaba saber si él, junto a otro argentino, era parte de una banda delictiva acusada de estafa, lavado de dinero y asociación ilícita a través de alquileres de propiedades.
Tras 78 días de detención, Martínez fue liberado, aunque todavía no puede regresar a la Argentina dado que la Justicia no cerró el expediente. “El 24 de noviembre, cuatro días después del inicio del Mundial, me llamó el jefe de la investigación para decirme que yo era inocente. Sin embargo aún no me puedo ir”, explicó.
Durante su arribo a Qatar, el abogado de 54 años se jactó de ser el primer hincha en aterrizar en Doha para alentar a la Selección Argentina. Sin ir más lejos, la propia organización lo convocó a ser parte de eventos y publicidades que promocionaban la Copa del Mundo.
“La idea era no gastar mucha plata y conseguir un trabajo. Es más, de Doha pensábamos irnos a Italia para que mi mujer pudiera tramitar la ciudadanía europea. Fuimos con la idea de gastar lo imprescindible para vivir sin dejar de disfrutar”, contó el padre de tres hijos.
Su detención ocurrió luego de que Martínez alquilara cuatro departamentos en una inmobiliaria recomendada por un contacto argentino. “Lo hice con contratos y recibos. Uno era para mí y el resto para amigos que iban a viajar antes de que empiece el Mundial”, relató.
El día en que fue a abonar su deuda con la inmobiliaria observó que un grupo de personas amedrentó al argentino que estaba con él. “Le sacaron las llaves de la camioneta y se fueron. De ahí nos fuimos a hacer la denuncia a una comisaría. Al día siguiente, cuando fui a declarar como testigo, detuvieron al chico que estaba conmigo. A las 24 horas me fueron a buscar al departamento”, recordó Martínez.
El abogado agregó: “Yo no tuve problemas con nadie, podía explicar todo. Contaba con los papeles de los alquileres. Cuando me vinieron a buscar me pidieron que llevara algo de ropa. Pensé que iban a ser algunos días hasta que se aclarara todo. Sin embargo, el fiscal le pidió al juez extender 30 días mi detención, sumados a otros 50 que vinieron después hasta completar los 78 que estuve preso”.
La vida del hincha argentino en la cárcel de Qatar
Tras permanecer cerca de una semana en un centro de detención temporario, Martínez fue trasladado a una cárcel: “Me sacaron todo, hasta el anillo de casado. Se quedaron mis teléfonos y parte de la ropa que había llevado”.
“Pensé que mi vida estaba arruinada. Compartí todos esos días con otros presos que estaban ahí por diversas causas. Comíamos mayormente arroz con alguna proteína. Jugábamos a las cartas, nos contábamos historias. Lo peor era el rezo. Los musulmanes lo hacen cinco veces por día, y una de ellas ocurría a las 4 de la mañana. Me despertaban y ya no podía volver a dormir”, narró.
“Caí por un estafador, que me estafó a mí y a otra gente”, sostuvo Martínez, que reconoció el gesto que los policías qataríes tuvieron con él y su compañero argentino durante el Mundial.
“Había una tele para todos, pero nos llevaban a una sala en donde había una pantalla de 50 pulgadas y nos daban comidas y bebidas. Allí veíamos los partidos de Argentina”, precisó. “El Mundial me salvó porque yo necesitaba que pasara el tiempo, aunque vi los partidos de Argentina sin sentimientos. No tenía con quién disfrutarlos ni festejarlos. Soy el único hincha que no festejó el Mundial”, indicó.
Martínez continuó: “Estaba a 10 minutos del estadio y no pude celebrar. Cuando salí no pude ver ni un gol, ni un penal, ni un festejo. El dolor de estar en esta ciudad que tanto quise sin podre vivir lo demás es inexplicable”.
“Perdí un departamento, estoy en la ruina”
Cuando lo liberaron, el argentino regresó al departamento y descubrió que le habían robado gran parte de la ropa que había dejado allí. “Tenía la camiseta de la Selección, una campera, me faltaba todo”.
“Perdí muchísima plata. Tenía todas las entradas, tuve que pagar abogados... El departamento que vendí antes de viajar también lo perdí. Estoy en la ruina”, detalló Martínez.
Actualmente está alojado en un hotel junto a su esposa, a la espera de que la Justicia qatarí lo notifique y le permita irse del país. Sobre él pesa un bloqueo en el aeropuerto que le impide tomar un vuelo.
“Mi gasto diario son entre 50 y 60 dólares, menos de eso no puedo gastar. Desde el 28 de diciembre estoy así. Voy cambiándome de hotel, alquilo una habitación por cuatro días y me muevo. Ahora estoy pagando 54 dólares por día, pero tengo cocina, así que ahorro bastante en comida”, dijo Martínez.
“Respecto al futuro tengo algunas ideas, algo voy a hacer para salir adelante. Estoy leyendo mucho, mirando muchos videos, pero también sufro ataques de ansiedad. La situación es crítica. Solo quiero volver a la Argentina y quedarme ahí. Tengo muchas ganas de ver a mi mamá”, completó.