La muerte del Papa Francisco generó una profunda conmoción en todo el mundo, y especialmente en Argentina, donde su figura fue símbolo de orgullo, fe y esperanza.
En ese marco, Rubén Ehizaguirre, integrante del legendario conjunto salteño Los Nocheros, compartió su testimonio y recordó con emoción el momento en que Jorge Bergoglio fue elegido Papa en marzo de 2013.
"Estábamos ensayando cuando sonó la sirena del diario El Tribuno. Averiguamos qué pasaba, y nos enteramos de que habían elegido a un argentino como nuevo Papa. Se nos fueron las lágrimas. Fue un momento inolvidable", relató conmovido el músico salteño.
El recuerdo de aquel día se mantiene vivo en su memoria, aunque, con el tiempo, Ehizaguirre admite que su visión personal sobre la Iglesia fue cambiando. "La Iglesia misma se fue encargando de alejar a muchos católicos. Es algo que yo siento, y lo digo desde un lugar muy personal. Sigo creyendo profundamente en Dios, pero mi fe está puesta en otra dimensión, no tanto en la estructura de la Iglesia", explicó.
A lo largo de los años, el cantante mantuvo su espiritualidad intacta. "Cada vez que subo a un escenario o emprendo un viaje, le pido a Dios volver. Siempre. Y en cada presentación se me vienen a la mente las personas queridas de mi entorno. La fe es parte de mi vida", agregó.
Ehizaguirre también compartió una anécdota que une de forma especial a Los Nocheros con Francisco. Según contó, a través de intermediarios cercanos al grupo que viajaron al Vaticano, el Papa les hizo llegar un mensaje muy particular: quería escuchar en vivo la interpretación del conjunto de la zamba Angélica, una de sus versiones favoritas. "Él era un fiel seguidor de nuestro grupo, y esa zamba en particular lo emocionaba. Lamentablemente, por cuestiones de agenda, ese encuentro nunca se pudo concretar", reveló.
A pesar de que el esperado encuentro con el Papa nunca se realizó, Rubén Ehizaguirre guarda ese gesto como una muestra de la sensibilidad de Francisco. "Era un hombre muy especial. Que se haya fijado en nuestra música, en una zamba como Angélica, habla de su conexión con lo más profundo de nuestra cultura".
Hoy, en medio del duelo que atraviesa el país y el mundo, el músico salteño despidió al Papa con gratitud, recordando aquel día de la sirena, las lágrimas, y la emoción de saber que un argentino había llegado al corazón de Roma.
Fuente El Tribuno
