El Día de Reyes de este flamante año será sin dudas inolvidable para cientos de familias humildes de Pichanal que vieron truncada la celebración de esta fecha dedicada a los niños, por la ingesta de alimentos en mal estado.
Pudo ser una tragedia y aún no se conocen las consecuencias en la salud que tendrá esta intoxicación masiva que afectó a más de mil personas, en su mayoría menores de edad, quienes comieron el arroz con salsa y carne que cocinaron, seguramente con mucho afecto, para el agasajo de Reyes organizado por los franciscanos de la Misión San Francisco de Pichanal, con la colaboración de movimientos sociales y vecinos.
Querían brindarles a todos los chicos un día de fiesta. Se reunieron en las instalaciones donde funcionaba la escuela Juan XXIII de Pichanal, de modo que hubiese espacio para los mil y pico que se congregaron. Pasadas las 16.30, a la hora de los juegos, decenas de chicos comenzaron a vomitar simultáneamente, algo les provocó diarrea, con la consiguiente deshidratación y baja de la prensión arterial; y hubo pánico entre los padres que corrieron desesperados con varios niños desvanecidos en los brazos a la guardia del hospital Nivel 2 (de baja complejidad) "Edgardo Bouhid" de la localidad de Pichanal.
Llegaron primero unos 50 chicos muy descompuestos. Hubo gritos, llantos, pedidos de ayuda... una verdadera emergencia sanitaria que no podía ser atendida por el único médico que se encontraba en la guardia y que envió una alerta tan contundente que en minutos reunió en el pequeño hospital norteño a decenas de médicos, enfermeras y comenzaron a llegar las ambulancias y los sueros desde Orán, Yrigoyen, Urundel, Embarcación y hasta de General Mosconi. En el barro del desasosiego, la solidaridad y el trabajo en equipo fueron un verdadero bálsamo para poder controlar una situación sanitaria inesperada e infernal.
Hasta el intendente de Pichanal, el médico Sebastián Domínguez, dejó su escritorio municipal y se puso el ambo para atender a los pacientes en el hospital. Por cierto, nada era suficiente ayer para responder al gran número de afectados. Decenas de chicos fueron trasladados a los hospitales San Vicente de Paúl, de Orán, y San Roque, de Embarcación. Todos presentaban un cuadro severo de deshidratación.
Las redes sociales estallaron pidiendo donación de agua mineral, pañales de todos los tamaños y ropa de cama. También pedían algunos medicamentos que se emplean ante intoxicaciones y alergias alimentarias.
Darío Romero, presidente de la Misión San Francisco, al ser consultado por este medio dijo: "Estoy en el hospital de Pichanal que está saturado, por eso están llevando chicos a Orán. Comieron arroz con salsa con carne, son más de mil niños que están mal, adolescentes también".
Fuente El Tribuno