El presidente de la cámara, Daniel Romano, expresó su preocupación por la difícil situación que enfrentan para mantener los precios en las góndolas y sostener las ventas en medio de la creciente inflación y la caída del consumo. La última vez que se aumentó el precio del pan en Salta fue el 5 de junio pasado, y desde entonces han enfrentado altos incrementos en los precios de insumos clave, como el azúcar, los huevos, la margarina y las grasas.
La economía afectada por la falta de confianza ha llevado al recorte de créditos y a reducir las posibilidades de inversión en el sector. Romano señaló a una FM local que la volatilidad del dólar influye en los precios, ya que la mayoría de las materias primas están vinculadas a esta moneda, creando un ambiente inestable que dificulta la planificación y la fijación de precios.
La modalidad de consumo de los clientes también ha cambiado drásticamente debido a la crisis económica, con una reducción en la cantidad de pan y otros productos comprados. Esta situación ha agravado el panorama en las panaderías, donde se estima que el consumo ha caído al menos un 20%.
Además, Romano expresó su preocupación por la persistencia de las panaderías clandestinas, un problema que afecta a Salta y a todo el país. Muchos comerciantes recurren al mercado informal debido a la abrumadora cantidad de impuestos y deudas que deben enfrentar al abrir un negocio y operar de manera legal.