No sólo trastornan el sueño y causan molestas ronchas. Al picar, transmiten enfermedades peligrosas como el dengue, que ahora vuelve a preocupar. Para estar a salvo, vivir en un hogar libre de mosquitos es clave. Y la buena noticia es que resulta posible, incluso en esta época del año en la que parecen imparables.
Aunque la idea de erradicar a los mosquitos suele verse asociada en la televisión a vistosos operativos de fumigación, para mantener lejos a estos bichos no es necesario que nadie rocíe el jardín con insecticidas.
Algo así, de hecho, sería de poca ayuda ya que esos químicos sólo matan a los ejemplares adultos, pero no a los huevos ni a las larvas. En cuestión de horas, entonces, los mosquitos volverán a multiplicarse y picar.
Lo que de verdad resulta efectivo, según los expertos, es que cada vecino ponga en práctica una batería de medidas de prevención sencillas y mayormente gratuitas.
Las 7 medidas más efectivas para vivir sin mosquitos en el hogar
1. Eliminar objetos y recipientes que junten agua. Grandes y pequeños, dentro de la casa y en patios, fondos, balcones y terrazas. Desde latas, botellas abiertas, baldes y bidones hasta neumáticos, electrodomésticos viejos y trozos de plástico o lona. Si no se los puede descartar, que al menos queden dados vuelta, bajo techo y controlados para que no acumulen agua.
2. Limpiar seguido todo lo que junte agua. A los recipientes que no se pueda eliminar, vaciarlos cada tres días y lavarlos con detergente frotando bien sus bordes y paredes con una esponja o cepillo para quitar los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.
3. Controlar los desagües. Para que no se vuelvan criaderos lo mejor es cubrirlos con tela mosquitera. O bien tirar agua hirviendo por la rejilla una o dos veces por semana para eliminar huevos y larvas.
4. No descuidar las piletas. Para que los mosquitos no pongan huevos en sus bordes es clave aplicar cloro en el agua cada noche, así como filtrarla. Y al terminar el verano, hay que evitar que acumulen agua de lluvia. Las piletas de lona deben ser desarmadas, limpiadas, secadas y guardadas bajo techo hasta el próximo año.
3. Controlar los desagües. Para que no se vuelvan criaderos lo mejor es cubrirlos con tela mosquitera. O bien tirar agua hirviendo por la rejilla una o dos veces por semana para eliminar huevos y larvas.
4. No descuidar las piletas. Para que los mosquitos no pongan huevos en sus bordes es clave aplicar cloro en el agua cada noche, así como filtrarla. Y al terminar el verano, hay que evitar que acumulen agua de lluvia. Las piletas de lona deben ser desarmadas, limpiadas, secadas y guardadas bajo techo hasta el próximo año.
7. Colocar barreras físicas. Aunque todo lo anterior reducirá sensiblemente la cantidad de mosquitos en la zona, algunos podrían quedar. Como los Aedes albifasciatus, que no transmiten dengue pero logran anidar en simples charcos de agua de lluvia. Por eso, también servirá instalar mallas y cortinas mosquiteras en todas las puertas y ventanas.