El Gobierno avanza con el impulso de la construcción de viviendas y refacción de las existentes con criterios de eficiencia energética, no solo con objetivos de cuidado ambiental, sino principalmente para impulsar el ahorro en el consumo.
Lo hizo a través de la publicación de la “Guía para la presentación de materiales y equipos Pronev”, la sigla con la que se conoce al Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas, una iniciativa ya instalada hace varios años en los principales países desarrollados y que en Argentina está motorizada en algunas provincias.
La Guía puede consultarse en el anexo de la resolución 129/2025 de la Secretaría de Energía, publicada en la edición del viernes 21 de mazo del Boletín Oficial. En ella se actualizan los procedimientos de presentación de materiales y equipos por parte de constructores y profesionales, para determinar un cálculo adecuado del Índice de Prestaciones Energéticas (IPE), según la calificación de cada vivienda.
El etiquetado de vivienda es considerado fundamental en muchos países, porque los usuarios residenciales concentran cerca del 30% del total del consumo energético, como es el caso de la luz, el gas y el agua corriente sanitaria. De cara a los desafíos de eficiencia para el futuro, se estima que las energías renovables no serán suficientes para el cuidado ambiental por sí solas, si no están acompañadas por una atención en la demanda.
Cuál es la opinión de los expertos
Para el presidente del Instituto de la Construcción en Seco (Incose), Francisco Pedrazzi, “la resolución 129/2025 y su Anexo IV establecen claramente cómo se deben presentar los parámetros de los materiales nuevos o actualizar los existentes, datos que serán evaluados por expertos de universidades e instituciones normativas en una Mesa de Trabajo Técnica”.
Pedrazzi sostuvo en declaraciones a BAE Negocios que "eso hará que los resultados que arroje el aplicativo informático reflejen la realidad actual, brindando a usuarios y proyectistas, información correcta del consumo energético de la vivienda”.
En la misma posición se ubicó Guillermo Pedroncini, gerente del área de Siderurgia del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM). Señaló a este medio que “todas las iniciativas para contribuir con la eficiencia energética son de interés para la sociedad en su conjunto”, teniendo en cuenta que el diseño y contenido del etiquetado de viviendas está plasmado en la norma 11900 de ese organismo.
“En IRAM estamos comprometidos con la eficiencia energética desde hace más de 25 años. Específicamente, con respecto a viviendas, hemos desarrollado la norma IRAM 11900 que brinda a los profesionales proyectistas herramientas para clasificarla energéticamente, así como para ventanas, la IRAM 11507-6 y, de ambas normas, ofrecemos el servicio de certificación", completó Pedroncini.
La gerenta de Relaciones Institucionales de Saint Gobain, Silvina López Planté, le dijo a BAE Negocios que se dio un paso “correcto” en actualizar “algo que se había analizado hace ya más de dos años, como ingresar materiales nuevos o que estén dentro de las normas IRAM, pero que tienen valores mejorados”.
“Esto va acorde con buscar un procedimiento para actualizar materiales que se va dando muy seguido, o incorporación de innovaciones o incorporación de materiales”, indicó, en referencia a que la nueva guía reemplaza disposiciones tomadas en 2023.
En ese sentido, López Planté remarcó a BAE Negocios que “todo lo que institucionalmente se pueda hacer y aclarar, bienvenido sea, porque el Pronev es el eje para que todas las provincias que se han adherido puedan tener sus bases y sus herramientas para que haya una coordinación y esto prospere”.
Qué especifica la guía
La “Guía para la presentación de materiales y equipos Pronev” fue publicada en el anexo de la resolución. Allí describen “los procedimientos, mediante los cuales los fabricantes; importadores y/o comercializadores de materiales y equipos; así como las instituciones empresariales que los representen, podrán presentar las características de los materiales de construcción y equipos que afectan la determinación del Índice de Prestaciones Energéticas” ante la unidad ejecutora del Pronev.
Los materiales de construcción alcanzados por la guía son los que por sus características inciden en la determinación de la prestación energética de una vivienda, como “ladrillos, morteros, aislantes, paneles, bloques, cerámicos, revestimientos, pinturas, yesos, carpinterías, vidrios, etc”, así como los equipos de acondicionamiento de ambientes (tanto para calefacción como refrigeración), para la producción de agua caliente sanitaria, producción de energía solar y equipos de iluminación.
Se van a tener en cuenta diversos factores en esos materiales y equipos, como la conductividad del material de construcción, la absorción a la radiación solar de la pintura, la transmitancia técnica o factor de exposición solar de las aberturas, la transmitancia lineal del DVH (Doble Vidriado Hermético), la clase de eficiencia energética de calefacción, refrigeración o producción de agua caliente sanitaria, entre otros.
Cómo leer el etiquetado de vivienda
El etiquetado de vivienda se basa en criterios similares a los que rigen en los electrodomésticos y gasodomésticos, con calificaciones que van desde la G (menor eficiencia y, por ende, mayor consumo) a la A (mayor eficiencia y menor consumo).
Si bien en la Argentina aun el etiquetado de viviendas no se popularizó, su utilización ya es corriente en muchos países de la Unión Europea, al punto que se lo incluye en los avisos de inmobiliarias como un criterio a considerar para la compra o alquiler de una casa o departamento, al igual que el precio, superficie o localización.
Falta de coordinación en provincias y municipios
Uno de los aspectos más controvertidos para el impulso del etiquetado de vivienda y la eficiencia energética en general pasa por la falta de una coordinación ágil de la organización institucional federal de la Argentina, ya que las leyes nacionales deben ser avaladas por normas provinciales y, en definitiva, de los municipios, responsables directos de las normas de edificación.
Al respecto, puede rescatarse que, en medio de los conflictos políticos que dominan la escena local, la eficiencia energética parece haberse constituido como una política de Estado, con avances y retrocesos que, en definitiva abarcó las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner con el Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (Pronuree) en diciembre de 2007, continuó en la de Mauricio Macri y se completó con la de Alberto Fernández en enero de 2023 con la creación del Pronev.
Dentro de las provincias, Santa Fe es considerada la más avanzada en la materia y también mostró continuidad entre las gestiones del socialista Miguel Lifschitz, el justicialista Omar Perotti y el radical Maximiliano Pullaro.
“La provincia de Santa Fe es la más adelantada y la que institucionalmente tiene muchos avances en la relación con los municipios”, destacó López Planteó, quien destaco que “en Esperanza, desde enero es obligatorio presentar el etiquetado y en el mismo sentido está avanzando la ciudad de Santa Fe”.
Asimismo, valoró que “este año se ve que varias regiones de nuestro país han lanzado cursos para profesionales matriculados, ya sean ingenieros, arquitectos, maestros mayores de obra, que quieren ser certificadores. Son cursos, como mucho, de 90 personas y se anotan más del doble”.
En ese marco, ponderó lo que se está realizando en Río Negro, Salta, Córdoba y las provincias del NEA, aunque lamentó que la provincia de Buenos Aires -la más importante por su incidencia en el consumo energético nacional- no muestre avances en ese sentido.
