Como si fuera que los peor ya había pasado, en la medida en que trascienden detalles todo empeora. Luego de que se conociera un estremecedor video que muestra a una mujer dando a luz en la vereda del hospital cabecera de zona sudeste, el Papa Francisco, se supo que la bebé sufrió lesiones.
Según lo informado en los últimos minutos por la periodista salteña Silvia Noviasky, desde el Hospital Público Materno Infantil, a donde fue derivada la mujer y su beba, confirmaron que si bien ambas se encuentran fuera de peligro, la bebé que cayó al piso al nacer, tiene fractura de clavícula.
Desde el ministerio de Salud, el flamante ministro de salud, Federico Mangione, quien se tomó vacaciones a minutos de asumir, destacó "estar muy molesto" con lo sucedido. Sobre el estado de salud de la bebé agregó que se le realizaron tomografías en las que además se advirtió un traumatismo de cráneo, "pero el estado general es estable".
En cuanto a las sanciones aseguró que se tomarán todas las medidas que sean necesarias con la institución. "El primer error estuvo en la recepcionista que no dio aviso a los médicos", indicó.
Además, el exgerente del hospital materno de cabecera destacó la falta de controles, e indicó que la madre se enteró el 17 de enero que estaba embarazada, al concurrir por otra causa al médico.
Según lo que se pudo saber a través del video difundido, la mujer la dio a luz de parada, cuando se disponía a dirigirse a otro centro sanitario luego de ser rechazada en el Papa Francisco por "no haber especialistas".
La noticia causó conmoción y desde la gerencia del nosocomio advirtieron que esto no debería haber sucedido, ya que desde allí se atienden embarazos. También, indicaron, se estudian las responsabilidades y sanciones a los trabajadores sanitarios que se encontraban de guardia ayer por la noche.
El hecho es que a todas luces cabe en un caso de violencia obstétrica. Se conoció en paralelo que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenará al país por la muerte de Cristina Brítez Arce, una mujer que cursaba un embarazo de 40 semanas. En 1992 la mujer asistió al hospital público Ramón Sardá y falleció. Según la CIDH la mujer no recibió las atenciones necesarias y además de obligará a indemnizar a sus hijos, condenó a la Argentina a iniiciar una campaña contra la violencia obstétrica.
