En medio de una tregua delicada con la ministra Victoria Tolosa Paz, uno de los principales movimientos sociales que integran el Frente de Todos y la propia cartera Social publicó un informe que indica que la malnutrición en los barrios más carenciados del país aumentó 4,5% en lo que va del Gobierno encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
El trabajo fue elaborado por la agrupación Somos Barrios de Pie, que lidera Daniel Menéndez, actualmente subsecretario de Políticas de Integración del Ministerio de Desarrollo Social nacional. La organización realizó un diagnóstico nutricional a 38.622 niños, niñas y adolescentes (NNyA) que asisten a espacios comunitarios en barrios populares en 16 provincias: CABA, Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán.
El estudio indica que el 48,6% -prácticamente uno de cada dos chicos de barrios populares-, sufren malnutrición. Esto es: el 24% obesidad, 20,9% sobrepeso y el 3,2% déficit de peso. Además, la “baja talla”, que suele estar relacionada con la desnutrición crónica, alcanza el 6,7%, con una fuerte incidencia en menores de 2 años (20,2%) y de 2 a 6 años (8,9%).
Según destaca la propia organización oficialista, se registró un aumento marcado de la malnutrición con respecto a los datos del 2019, con un promedio de alza de 4,5 puntos, ya que antes del cambio de Gobierno, el estudio registraba una malnutrición global 44,1%.
Daniel Menéndez, coordinador nacional del movimiento Somos Barrios de Pie y funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, junto al presidente Alberto Fernández (Foto: Twitter/@danimenendezok)
“Los altos índices de malnutrición tienen relación directa con el tipo de alimentación de las familias de los barrios vulnerables, altas en hidratos de carbono complejos y grasas saturadas, pero baja en frutas, verduras y carnes magras. Debido al aumento indiscriminado de precios en alimentos la mayoría de las familias redujo el consumo de nutrientes esenciales. Además, se detectaron altas tasas de inseguridad alimentaria, llegando casi a 1 de cada 4 familias donde algún menor dejó de realizar alguna comida por falta de recursos”, señala el informe.
En las últimas semanas, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) que integran las principales organizaciones oficialistas como el Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, la CCC y el MTE de Juan Grabois, entraron en guerra con la ministra de Desarrollo, Victoria Tolosa Paz. Luego de amenazar con salir a la calle contra las políticas del propio Gobierno que integran, los referentes de los movimientos iniciaron negociaciones con la titular de la cartera social.
Finalmente, el Gobierno aceptó pagar un nuevo bono para los beneficiarios del Potenciar Trabajo en marzo y ampliar la compra de bolsones de frutas y verduras a cooperativas para ser entregada a comedores populares que las propias organizaciones gestionan. Durante las negociaciones, Somos Barrios de Pie le acercó a la ministra el informe preliminar del estudio sobre malnutrición infantil.
La ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, firmó un acta de acuerdo con el titular de la UTEP, Esteban "Gringo" Castro (Foto: Ministerio de Desarrollo Social).
Pese a que la agrupación oficialista indica a la pandemia de coronavirus como una de las condiciones que empujaron el aumento de la malnutrición, también destaca el “altísimo aumento de los precios de los alimentos que empujan el proceso inflacionario” y, aunque apunta contra los supermercados y grandes alimenticias, también cuestiona la “falta de abastecimiento de alimentos” a comedores y merenderos comunitarios. “Los alimentos que reciben es principalmente de procesados y ultraprocesados, alto en hidratos de carbono y bajo en proteínas, fibra y otros micronutrientes esenciales”, agrega.
En plena interna oficialista, y en un mensaje directo al Poder Ejecutivo, las organizaciones oficialistas reclaman la prórroga de la Ley de Emergencia Alimentaria, la aplicación de la Ley de Abastecimiento y la Ley de Góndolas e impuestos sobre las grandes empresas, y un aumento de suma fija para los trabajadores, planteos con los que también presiona el kirchnerismo duro.