La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) trabaja en las últimas etapas de una investigación científica que consiste en esterilizar a mosquitos machos con radiación atómica, para luego liberarlos en el campo y que compitan por las hembras con los macho salvajes. El objetivo es disminuir así la población de los mosquitos Aedes, que son los responsables de transmitir dengue, zika y chikungunya.
Si las últimas pruebas avanzan según las proyecciones planteadas, la primera liberación piloto de mosquitos machos criados en laboratorio y esterilizados con radiación atómica podría realizarse entre fines de marzo y abril de 2024, cuando el calor empieza a disminuir y sobre una población controlada.
“El proyecto tiene como finalidad implementar una técnica que se llama técnica del insecto estéril para controlar la población de Aedes aegypti, que es el mosquito vector de enfermedades como dengue, zika y chikungunya. Al controlar su población se estaría también indirectamente controlando la probabilidad de contagio de esas enfermedades, porque al disminuir al mosquito transmisor disminuirían también los contagios”, explicó a TN Mariana Terrada, jefa del Departamento de Aplicaciones Agropecuarias de la CNEA.
La investigación comenzó en 2016 y está a cargo de Marianela García Alba, y cuenta con un antecedente exitoso, que es el de la esterilización de la mosca de los frutos, que se utiliza hace más de 30 años en el Valle de Uco, en Mendoza.
“Es una estrategia de manejo de la plaga de la mosca de los frutos ha dado resultados muy exitosos, porque incluso se ha logrado que haya zonas libres y otras controladas. Y eso permite darle un valor agregado a las frutas e incluso exportarlas por la mejor calidad que tienen”, dijo Terrada.
En qué consiste la investigación
Según explicó Terrada, “la técnica consiste en criar a los mosquitos de manera masiva, a gran escala, en el laboratorio; separar a los machos -que no tiene la capacidad de ser vectores de la enfermedad-, esterilizarlos y, posteriormente, liberarlos en el campo”.
“Este mosquito estéril va a competir con los machos salvajes para copular con las hembras salvajes, y este encuentro entre un mosquito estéril y una hembra salvaje no va a dar descendencia. Y de esta manera se va disminuyendo la población”, detalló.
Aclaró, además, que para que eso suceda “se requiere que se liberen muchos mosquitos para que después la probabilidad de encuentro entre uno estéril y una hembra sea alta”. También “se hace de manera sucesiva, no es que se hace una liberación y ya está”, agregó.
“Es una estrategia de manejo de la plaga de la mosca de los frutos ha dado resultados muy exitosos, porque incluso se ha logrado que haya zonas libres y otras controladas. Y eso permite darle un valor agregado a las frutas e incluso exportarlas por la mejor calidad que tienen”, dijo Terrada.
En qué consiste la investigación
Según explicó Terrada, “la técnica consiste en criar a los mosquitos de manera masiva, a gran escala, en el laboratorio; separar a los machos -que no tiene la capacidad de ser vectores de la enfermedad-, esterilizarlos y, posteriormente, liberarlos en el campo”.
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“Este mosquito estéril va a competir con los machos salvajes para copular con las hembras salvajes, y este encuentro entre un mosquito estéril y una hembra salvaje no va a dar descendencia. Y de esta manera se va disminuyendo la población”, detalló.
Aclaró, además, que para que eso suceda “se requiere que se liberen muchos mosquitos para que después la probabilidad de encuentro entre uno estéril y una hembra sea alta”. También “se hace de manera sucesiva, no es que se hace una liberación y ya está”, agregó.
“Lo que ocurre con la radiación a la que son sometidos los mosquitos es como cuando alguien se saca una radiografía, pero con otras dosis y con otro tipo de radiación gamma. Actúa en el momento en el que el mosquito está expuesto a la radiación, que se hace en una planta del Centro Atómico de Ezeiza, y, una vez que termina el proceso, cuando se lo libera, el mosquito no tiene radioactividad”, explicó la científica de la CNEA.
Por qué se esterilizan machos y no hembras
Las hembras de los mosquitos son las vectoras de enfermedades y, aunque parezca contradictorio, ese es el principal motivo por el que no pueden ser sometidas a la esterilización. Según explicó Terrada, liberar poblaciones de mosquitos hembras criados en laboratorio conlleva un riesgo mayor si están contagiadas.
“Las hembras son las que pican, entonces no podríamos estar liberándolas porque podrían causar más daño. Podemos liberar a los machos, porque justamente no van a estar picando”, dijo. Además, “las hembras son mucho más sensibles a la radiación” y con la misma dosis que un macho, “lo más probable es que directamente se mueran”, agregó.
En qué etapa está la investigación
Según dijo Terrada, para poder hacer una liberación masiva de mosquitos, se requiere completar “una gran batería de ensayos previos, donde hay que determinar cómo lograr la esterilización a través de radiación gamma; determinar cuál es la dosis para lograr la esterilidad total, que no les produzca ningún daño en su comportamiento, y probar cuántos mosquitos hay que cruzar con las hembras para que esos encuentros que se ocasionan no produzcan huevos”.
Un dato clave es que el mosquito macho estéril deberá competir por las hembras con machos salvajes y entonces en el laboratorio deben lograr “un equilibrio en la dosis a la que se los somete para que la esterilidad querida, que es la esterilidad total, no afecte ninguna otra característica del mosquito”.
“Ahora estamos justamente recopilando toda la información que necesitamos para poder hacer una liberación. Ya estamos en las últimas instancias, nos faltaría completar uno de los pies fundamentales que necesitamos, que es conocer cuál es la situación, cuál es la dinámica poblacional del mosquito en el sitio donde se lo pretende controlar”, precisó la jefa del Departamento a cargo de la investigación.
Como paso previo, ya hicieron ensayos de “semicampo”, en jaulas y en situaciones similares a las del ambiente natural, al aire libre, o en un invernáculo del Departamento de Aplicaciones Agropecuarias.
“La primera liberación de mosquitos la estamos planificando para principios de 2024, con una liberación piloto, en un área muy pequeña de aproximadamente seis manzanas, y después si eso funciona se va escalando y se va aumentando la superficie en los barrios a controlar”, precisó Terrada.
El proyecto de la CNEA forma parte de una red de proyectos de otros países de la región, nucleados bajo la órbita del Organismo Internacional de Energía Atómica, que intercambian experiencias, por lo que si el desarrollo resulta exitoso podría servir no solo para las enfermedades que afectan hoy a la Argentina si no también para los mosquitos transmisores de la fiebre amarilla, por ejemplo.