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LOS DEJAN MANOTEANDO

La odisea de viajar en un Saeta: los colectivos abandonan a estudiantes

El reclamo es por las paradas en la ruta 36 a Rosario de Lerma y la 51 hacia Quijano.

La odisea de viajar en un Saeta: los colectivos abandonan a estudiantes

El traslado en los colectivos se ha transformado varias veces en verdaderas odiseas para los padres y sus hijos, y también para los trabajadores que utilizan esta alternativa de transporte público.

Padres se muestran muy preocupados por no tener respuestas satisfactorias hace meses para el traslado de sus hijos en los colectivos de Saeta interurbanos desde Campo Quijano a Rosario de Lerma y viceversa.Silvia Vázquez es una madre de Rosario de Lerma que acompaña todos los días a su pequeña hija a un establecimiento educativo de Campo Quijano. La pequeña acude a un aula integrada con otros alumnos. Viajar en los horarios pico, entre las 7 y 8 de la mañana, puede ser un periplo agotador que puede terminar muy lejos de la escuela o la parada habitual de los pasajeros.

Pasan de largo

"Primero eran las frecuencias, que se cambiaron. Por fortuna ante algunos reclamos se adecuaron frecuencias entre Rosario y Quijano y viceversa. El problema es que las unidades pasan de largo en las paradas y no podemos bajar donde lo necesitamos, o en todo caso quienes quieren subir no pueden hacerlo. Es insólito que haya alumnos que tengan que volver caminando a Rosario desde Quijano. Y los que tenemos chicos discapacitados debemos esperar horas por un colectivo", cuenta la madre a El Tribuno.

Envió notas a AMT y a las autoridades municipales de Rosario de Lerma y Campo Quijano. Llamativamente desde la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMT) le contestaron que la solución era potestad de la comuna de Quijano. "No puede ser que las paradas o la decisión de los choferes pasen a ser potestad de un municipio. Todos somos perjudicados. La población ha crecido en ambas localidades y deberían tener en cuenta las frecuencias, las paradas y los colectivos que no tienen piso bajo para los discapacitados", reclamó la ma dre.

Las notas firmadas por los vecinos a las que Vázquez lleva por todos lados para conseguir apoyo fueron enviadas a las autoridades de Campo Quijano, Rosario de Lerma, Saeta y la AMT. "Solo se mejoró la frecuencia en los horarios que la gente sale de trabajar o los chicos salen de clases. Pero las paradas no se respetan", dijo.

Silvia y su hija, con la nota de pedidos de los vecinos a la AMT y Saeta.

Silvia y su hija, con la nota de pedidos de los vecinos a la AMT y Saeta.

Sin mantenimiento

La madre afirmó que en las paradas donde los colectivos no paran son las que están sin banquina, con yuyales y sin señalización. "Dicen que las paradas no están en condiciones y por eso siguen de largo. Pero siguen el trayecto y dejan a los chicos muy lejos de la escuela. Y cuando esperan el colectivo para volver a casa no paran porque van muy llenos. Pasan los meses y el problema subsiste".

Pisos bajos y colectivos que no paran

El reclamo es porque los colectivos no paran en el trayecto a Salta.

El problema de los pisos bajos para el acceso de los discapacitados en las unidades del transporte público de pasajeros no es la primera vez que se reclama en el Valle de Lerma.

Los Saeta de El Carril también fueron objeto de quejas reiteradas. Los colectivos son muy pocos con este sistema de acceso para las sillas de ruedas y discapacitados motores.

En Quijano el reclamo se repite sobre la ruta nacional 51 en el trayecto hacia la ciudad de Salta, consignó EL Tribuno.

Allí los vecinos directamente no pueden subir a ninguna unidad porque no paran los colectivos cuando salen de Quijano en dirección hacia Salta capital. 

Los afectados son estudiantes y trabajadores que deben esperar horas a un colectivo Saeta que los lleve desde Quijano o hacia Rosario de Lerma o incluso hacia la ciudad capital. 

Todavía nadie se preocupó de estos problemas que se repiten desde principio de año.


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