Belén Godoy se volvió una de las atracciones más buscadas y comentadas por los hinchas de todo el mundo que viajaron a Qatar. Con su talento para el freestyle, la argentina de 23 años ahora busca cautivar a los fanáticos para que también la ayuden con una colaboración económica.
El objetivo de la salteña es recaudar el dinero para comprar la entrada que le permita alentar a la Selección Argentina el próximo domingo en la final del Mundial de Qatar ante Francia. Tras llegar a Doha el 17 de noviembre, su presupuesto para pagar una reventa, o incluso el precio oficial del ticket, es nulo.
“Lo voy a intentar, ayer junté bastante plata. En pesos argentinos, más de 30.000 pesos argentinos, (alrededor de US$110). Y si no me sirve para la entrada será para comer un poco mejor”, reveló.
Antes de que comenzara la competencia, la joven sorprendió con su destreza a los argentinos que presenciaron el primer banderazo antes del duelo con Arabia Saudita.
“Vinimos con las chicas al banderazo y me puse a hacer freestyle fútbol, me dedico a esto, este año salí campeona nacional”, dijo en aquel entonces.
“El dinero que traje se me fue en comidas y entradas”
Belén duerme con ellas en un departamento compartido en el que abunda el arroz y los fideos, pero no los gustos excesivos. “El dinero que traje se me fue en comidas y entradas. A la semifinal no pude entrar, así que se me ocurrió hacer freestyle en la calle y pasar la gorra”, contó.
Escribió un cartel en inglés en el cual puso “I need a ticket please” (necesito una entrada, por favor) junto a su cuenta de Instagram. “Hasta que vino un qatarí, agarró una hoja y escribió lo mismo pero en árabe. Él también armó una bolsa para que me dejaran el dinero ahí. Funcionó bastante bien”, precisó Belén.
Durante el primer día estuvo haciendo jueguitos hasta que sus pies le dijeron basta. “Me estaban pidiendo US$4000 por una entrada, es un montón de plata. Pero al menos lo voy a intentar”, remarcó.
“Ayer me pasó algo muy loco: desayuné en el departamento y me fui a hacer freestyle. No pude almorzar, porque trato de no gastar en comida cuando salgo. Cuando fui a pasar la gorra apareció un mozo de un restaurante que estaba al lado y me trajo un shawarma que estaba riquísimo”, recordó.
En las últimas semanas, la salteña -que actualmente vive en Buenos Aires- narró que desayuna para no irse del departamento sin nada en el estómago y que recién vuelve a comer por la noche.
“Vine a Qatar con muy poca plata, unos US$1100 que eran todos mis ahorros. En ese momento me había mudado de Salta a Buenos Aires. Independizarme fue un gasto planeado, pero venir al Mundial no”, indicó.
Y agregó: “Hice lo posible, llegué acá, en teoría las entradas para fase de grupos iban a estar como mucho US$100. Y las reventas terminaron siendo más caras”.
Belén completó: “Voy a aprovechar este talento que para ver si puedo llegar a la final. Pero soy una afortunada de llegar acá, de ver jugar a Messi. Amo a la Selección, pero si no puedo entrar igual me voy feliz”.