En la Argentina, cada año más de 20.000 pacientes son diagnosticadas con cáncer de mama, lo que representa casi un 17% de los tumores malignos detectados y, además, es la enfermedad oncológica más frecuente en mujeres.
En el marco del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre, se presentó una guía para pacientes, con recomendaciones de prevención para arribar al diagnóstico temprano, que también busca promover un vínculo de confianza entre médico y paciente al momento de un diagnóstico confirmado, que ayude al diálogo franco frente a las opciones de tratamiento.
El cáncer de mama se origina cuando una célula de un conducto mamario cambia y se transforma en otra distinta, que ya no responde a los estímulos normales, comenzando a crecer y reproducirse de manera descontrolada. Al dividirse sucesivamente, este grupo de células forma un pequeño tumor que irá creciendo de manera paulatina y, si no es detenido a tiempo, puede invadir los tejidos vecinos, los ganglios linfáticos regionales y también otros órganos del cuerpo.
Se recomienda que todas las mujeres de 50 a 69 años se realicen al menos una mamografía cada dos años
“Esta guía contribuirá a empoderar a las pacientes y promover la creación de un diálogo más fluido. No solo va a despejar sus dudas y dejarlas más tranquilas frente a las estrategias que se decidan en conjunto, sino que finalmente facilitará también nuestra tarea y contribuirá a mejorar ese vínculo tan particular que se genera entre médico y paciente”, señaló la doctora Valeria Cáceres, médica oncóloga, jefa del departamento de Oncología Clínica del Instituto Ángel H. Roffo dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Hoy por hoy, cuando le comunicamos a una paciente que tiene un cáncer de mama le decimos exactamente su diagnóstico. No se le disfraza la verdad. Esto es un cambio que se produjo en los últimos años. En la década de los 90, la mujer venía al consultorio con todos sus familiares y hacían señas por detrás para que no se le dijera nada”, amplió la especialista.
Con información para entender desde un principio las posibilidades de tratamiento, los objetivos y los posibles efectos secundarios, la iniciativa se desarrolla bajo el lema “Cada minuto cuenta, cada elección también”. La guía, una iniciativa del laboratorio Pfizer, para descargarla de forma gratuita, hacer click aquí.
En el marco del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, que se conmemora este 19 de octubre, se presentó una guía para pacientes
Cambiar el paradigma frente al diagnóstico llevó muchos años y pudo darse gracias al avance científico, la investigación y el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas. En especial si se considera que la expectativa de vida creció en los últimos años, alcanzando en Argentina un promedio de 76,9 años, lo que aumenta también la incidencia de cáncer en la población. Sin embargo, los tratamientos son cada vez más personalizados y con mejores pronósticos.
En la actualidad, se le explica a la paciente su diagnóstico, cuáles son las características del tumor y se le plantean las estrategias terapéuticas: “Si será necesaria una cirugía, un tratamiento antes para reducir el tamaño del tumor, si va a hacer radioterapia o un tratamiento adyuvante de quimioterapia, si recibirá hormonoterapia, alguna terapia blanco dirigida, inmunoterapia o si necesitará una medicación de por vida”, detalló la doctora Cáceres, quien también es directora de la Carrera de Especialistas en Oncología, de la Facultad de Medicina de la UBA.
A cada paciente se le brinda la información hasta donde quiera saber. “Todo lo que pregunta, se le contesta. Se intenta dar un panorama de dónde estamos posicionados. Si estamos ante una situación curable, si estamos ante la posibilidad de transformarla en una condición crónica y los tipos de tratamientos que se pueden realizar. Es raro que un paciente no quiera saber nada, pero hay muchos que no se animan a preguntar”, afirmó la especialista.
El cáncer de mama hereditario representa sólo alrededor del 5-10% de todos los casos de este tipo de cáncer (Getty)
Enfrentarse al cáncer no es fácil. Las dudas y miedos más frecuentes que surgen en las consultas están relacionadas al pronóstico, si es curable, el riesgo o la posibilidad de que la enfermedad regrese, el cambio de la imagen y si podrán seguir haciendo las actividades diarias.
En este contexto, los especialistas alientan a que las consultas sean un espacio de intercambio entre médico y paciente, donde se promueva un diálogo abierto y sincero sobre el diagnóstico, las opciones de tratamiento y el pronóstico de la enfermedad. Por otro lado, hay personas que se adelantan demasiado. En estos casos, se les aconseja ir paso a paso, sin anticiparse, pero siendo claros con los riesgos que implica, los beneficios y potenciales complicaciones.
“Si tienen que hacer quimioterapia, el cabello puede caerse, dependiendo del esquema, pero van a poder seguir haciendo su vida habitual. Seguramente, habrá un par de días que van a estar un poco más cansadas por efecto del tratamiento. Sin embargo, hay que considerar que siempre se habla en porcentajes, pero cada paciente es su propio 100% de la estadística. No se le puede decir a nadie que hay un 100% de chances de curación; lo único que se puede hablar es de un pronóstico y de una probabilidad”, precisó la doctora Cáceres.
La mamografía puede detectar el cáncer de mama cuando el nódulo todavía no es palpable o lo es mínimamente (Getty)
Existen diferentes tipos de cáncer de mama, dependiendo de aspectos como el tipo específico de células afectadas, si expresa receptores hormonales, de la prueba del receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano (HER2) y de las pruebas mutagénicas para observar la actividad de los genes.
Asimismo, existen diferentes estadios de la enfermedad, que determinan si la misma se limita a una zona puntual de la mama o si se ha diseminado (metástasis) a otras partes del cuerpo. Ante la sospecha de cáncer de mama, el médico podrá solicitar un análisis del tumor y de los tejidos próximos a la mama para elaborar un “perfil” que revele la apariencia y el comportamiento del cáncer. Los resultados de estos análisis conformarán el informe patológico del tumor.
Estos datos serán la clave para que el médico especialista pueda elegir -en conjunto con su paciente- el tratamiento más adecuado.