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GRAN HERMANO

Las reacciones de Daniela al comer paella por primera vez se convirtieron en furor dentro y fuera de la casa

Por el cumpleaños de Alfa, la participante accedió a probar la receta española y sus actitudes frente al plato fueron la gran “comidilla” de la jornada.

Las reacciones de Daniela al comer paella por primera vez se convirtieron en furor dentro y fuera de la casa

El pasado martes Walter Santiago, mejor conocido como “Alfa”, cumplió 61 años. Para festejarlo, el participante le hizo un pedido especial a la producción de Gran Hermano (Telefe): poder comer una paella, con vino y ver una película en grupo.

Tras el desafío con el que logró hacerse de esos premios, llegó el tiempo de disfrutarlos. Sin embargo, no todos en la casa estaba dispuestos a saborear ese menú, en especial Daniela, quien nunca había comido paella y se convirtió en viral por su reacciones ante cada bocado.

“Alfa” es uno de los participantes más cuestionados en el comienzo del reality, pero logró dar vuelta su mala imagen, incluso dentro de la casa. Para que Gran Hermano le otorgue todo lo pedido para su cumpleaños, tuvo como condición hacer creer a sus compañeros que iba a abandonar la casa.

Lo que comenzó como una broma o un simple desafío, terminó mal porque Romina, una de sus mejores amigas, tuvo una crisis de llanto y no le gustó su acting. Además,

Ariel, quien era su enemigo hasta entonces, le demostró que no quería que se fuera e hicieron las paces. No obstante, una vez que terminó con la consigna, los concursantes disfrutaron de una comida pedida por el cumpleañero.

Para celebrar su cumpleaños, sus compañeros se vistieron como él: con un pañuelo en la cabeza y una musculosa negra que decía “Security”.

“¿Nunca comiste paella?”, consultó el cumpleañero y Lucila contestó que no. “Yo tampoco”, señaló Daniela, que miraba el plato con cierta distancia. “¿Esto es osobuco?”, preguntó y se horrorizó: “¡Ay, es un pulpo, bol... mirá!”.

Mientras sus compañeros comían y la miraban, Daniela confesó que la comida le daba mucha impresión. Luego agarró la porción y se la mostró a Julieta, quien se tomaba la situación con bastante humor. “Mirá, tiene ojitos”, le indicó. Por último, hizo un gesto de desagrado a su plato.


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