Pasó un poco más de un mes y Marley finalmente pudo reunir a sus hijos Mirko y Milenka. El niño de 7 años y la beba nacida el 28 de diciembre pasado estuvieron cara a cara y, como viene ocurriendo, el conductor lo mostró en sus redes sociales.
Mirko y Milenka se vieron por primera vez físicamente en Pinamar, donde el varoncito esperaba por su hermana recién nacida. Ya habían tenido una cita virtual, en la que el niño no se había mostrado muy entusiasmado, pero todo cambió en el cara a cara. Marley subió un video del momento en el que baja del vehículo y se abraza con su hijo a quien no ve desde hace más de un mes, cuando viajó a los Estados Unidos para asistir al parto de Mikenka.
Después de un instante de besos y abrazos entre padre e hijo, llegó la pregunta de rigor. “¿Querés conocer a tu hermanita?“. La respuesta fue un sí rotundo, y enseguida el niño alzó los brazos para hacerle upa. Le acarició los dedos y extendió los brazos para alzarla por primera vez, con algo de timidez, y otro poco de curiosidad para rubricar un momento histórico de la hermandad.
“Y llegó el día del encuentro de Mirko con su hermanita”, escribió el conductor en un posteo, que rápidamente se llenó de comentarios y reacciones positivas: “¡Toda la Argentina esperando este momento!“, ”Muero de amor, sos tan padrazo", “¡Hermosos esos hermanitos, has formado una bella familia! Que sean muy felices siempre”, “Sos todo lo que está bien”, fueron algunos de los mensajes que le dejaron sus seguidores, quienes de alguna manera se sienten parte de esta familia.
Unas horas antes, el conductor había reflejado la reacción de su mamá al conocer a Milenka en Buenos Aires. “¡Qué bonita que está! ¿Ya nos sacaste?”, le preguntó Oma a su hijo, mientras sostenía, maravillada, a Milenka entre sus brazos y pensando que Marley la estaba fotografiando cuando en realidad estaba haciendo un video. “Es parecida a Mirko, ¿viste?”, le dijo el conductor. “Sí, es muy parecida...”, coincidió su madre.
Luego, Oma se sentó en una reposera y apoyó a la beba sobre su regazo, mientras seguía observándola con amor. “¡Qué linda que está!”, repitió la señora, quien luego viajó con su hijo a Pinamar para disfrutar de su otro nieto.