La secretaria de Energía, Flavia Royón, anunció que la quita de subsidios en electricidad será efectiva desde octubre para algunos sectores.
Se refirió al segmento N1 (niveles altos) y aquellos que no completaron el formulario para ingresar en el registro de subsidios. De sus palabras, se desprendería que casi 5,5 millones de hogares tendrán que pagar aumentos en las boletas de luz.
Sin embargo, eso no sucederá. En el Gobierno están convencidos en avanzar con la quita de subsidios para los niveles de altos ingresos (ganan más de $ 420.000 mensuales) y tenían identificados 400.000 hogares en esa categoría. Son los que ingresaron al registro de subsidios y no cumplían los requisitos para conservar las subvenciones.
A ese número hay que agregarle otros 110.000 usuarios que sí cumplían las condiciones para conservar los subsidios, pero que quedaban excluidos de la posibilidad de acceder al “dólar ahorro”. Entre la atesorar divisas o acceder a descuentos en las tarifas, eligieron el billete estadounidense.
Entre ambos grupos, serían más de 500.000 hogares los que pagarán un aumento del 50% en las boletas de luz. Royón incluyó entre los clientes susceptibles de aumentos a aquellos que no se anotaron en el registro de subsidios. En las empresas del sector interpretan que la funcionaria se quiso referir a usuarios que no se anotaron porque podrían pertenecer al segmento de ingresos altos (un grupo familiar que gana más de $420.000 mensuales, poseen tres viviendas o tres autos).
Hay casi 5 millones de hogares que no se anotaron en el registro de subsidios. En el Gobierno estiman que un millón de esos clientes prefiere quedar fuera de las subvenciones, porque tiene capacidad para afrontar mayores importes en los servicios. Pero hay otros 4 millones que no llenaron el formulario porque no supieron cómo hacerlo, no cuentan con la tecnología para completarlo o no saben que podrían sufrir aumentos de tarifas.
En las empresas estiman que, como mínimo, dos millones de hogares de los cinco millones que no se anotaron podrían requerir alguna asistencia. En especial, hacen hincapié en grupos familiares que no poseen ingresos de hasta $ 120.000. Según la definición oficial, deberían conformar el segmento N2 (ingresos bajos).
La secretaría de Energía le pidió a Cammesa -la administradora mayorista del sistema eléctrico- que instruya a las distribuidoras para que identifiquen a sus clientes. El Gobierno busca que las empresas le digan qué usuarios deberían seguir conservando subsidios.
El aumento en la luz, previsto para septiembre, fue postergado un mes. Será en octubre, y llegará en las facturas de noviembre, pero solo para los hogares mencionados por la secretaria de Energía.
Los segmentos “medios” y “bajos” no experimentarán subas en las boletas durante octubre, según lo informado por el Gobierno.
La quita de subsidios se iba a realizar en tres tramos: un 20% entre septiembre-octubre, un 40% entre noviembre y diciembre, y otro 40% entre enero y febrero de 2023. Pero esa estructura ya quedó caduca, porque en septiembre el subsidio no fue retirado. De esa forma, todo se retrasa un mes.
El Gobierno está atascado en relación a quienes no se inscribieron en el padrón de beneficiarios de las subvenciones. En la secretaría de Energía calculan que podría tomar hasta tres meses (hasta diciembre) el registro de hogares que pueden necesitar subvenciones en las tarifas pero no las gestionaron.