En una reciente charla con Agenda/Salta, Gladys Ortega, madre de un joven de 18 años con una condición especial, compartió su experiencia muy similar a la de otras madres que también han sido ignoradas por OSPRERA. Esta situación es cada vez más frecuente y resulta angustiante para las familias, ya que muchas veces no cuentan con los recursos económicos para costear los tratamientos de sus hijos. La falta de atención y apoyo por parte de la obra social los deja en una situación de vulnerabilidad ante los desafíos del mundo actual.
Ortega destacó que a pesar de que OSPRERA realiza descuentos mensuales en sus salarios, no reciben respuestas ni soluciones por parte de la obra social. Señaló que ha intentado obtener la planilla correspondiente a los meses de marzo y abril para presentar a los prestadores y que sean pagados, pero fue constantemente postergada y solo reciben excusas por parte de OSPRERA a la hora de explicar por qué eso sucede. Incluso mencionó que algunos prestadores aún no han recibido los pagos correspondientes del año pasado.
La madre afectada también lamentó tener que viajar semanalmente desde Campos Santo a Salta para acceder a los profesionales y servicios de atención que su hijo necesita. A pesar de tener una obra social local en Güemes, OSPRERA, ubicada en Salta, es la encargada de manejar los servicios para personas con discapacidades, explicó. Esta situación obliga a Gladys y otras madres en su situación a realizar constantes viajes y gastos adicionales para brindar a sus hijos la atención requerida.
La falta de pago a los prestadores por parte de OSPRERA ha generado preocupación entre otras madres entrevistadas ya por este medio. Si la obra social no cumple con los pagos, los prestadores podrían verse obligados a suspender los servicios, lo que afectaría gravemente la atención de los niños y jóvenes con discapacidades. La entrega de las planillas es un paso crucial en el proceso de facturación, ya que sin ellas los prestadores no pueden presentar sus reclamos para recibir el pago correspondiente.
Las madres también expresaron su preocupación por el impacto económico que esta situación tiene en sus vidas. Gladys Ortega mencionó que no ha podido pagar a los profesionales de manera directa, ya que su sistema de pago está vinculado a OSPRERA, obra social, que según les informaron desde la Superintendencia, recibe un subsidio por parte del gobierno, el cual llegaría al 50%, señaló Gladys.
Ante esta situación, las madres afectadas se encuentran evaluando diferentes acciones a tomar. Planean reunirse con representantes de OSPRERA para buscar una solución a corto plazo. Sin embargo, la falta de respuestas y los constantes inconvenientes han generado dudas sobre la eficacia de esta medida. No descartan la posibilidad de presentar denuncias formales o recurrir a instancias legales para hacer visible esta problemática y exigir una respuesta concreta y efectiva por parte de OSPRERA.