El obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina, estuvo a cargo de la misa en el segundo día del triduo del Milagro que se realizó en la Catedral y se refirió a la desnutrición infantil “crónica” como “una cruz”.
Mientras siguen llegando a la ciudad miles de peregrinos que caminaron desde distintos pueblos del interior salteño y de otras provincias, Scozzina dio un mensaje centrado en la realidad social, durante una ceremonia de la que participaron autoridades provinciales como el vicegobernador Antonio Marocco. Cuestionó la falta de trabajo digno y de agua potable y mencionó en especial la situación de Rivadavia Banda Sur.
“Cada persona debe ser reconocida en su dignidad y es urgente asegurar que todos tengan acceso a las condiciones mínimas, no solo de sobreviviencia sino de una vida digna. Es un llamado a la esperanza y a la compasión”, afirmó el obispo de Orán.
Además cuestionó “las injusticias y violencias de aquellos que se sienten poderosos y dueños de la vida” y dijo que nadie tiene el derecho de ignorar “la dignidad de cada vida humana”.
Scozzina también lamentó el drama “de las personas que han perdido el sentido de la vida por las adicciones y se han quedado en un mero consumir”. Agregó: “Hoy queremos ser casa y morada para los caídos del camino y de la vida. Que el Señor y la Virgen del Milagro guíen nuestro camino en la fe y nos concedan las gracias y bendiciones que venimos a implorar”.
Hoy en la Catedral se realizó la misa de la exaltación de la cruz. Con esta ceremonia se inició el segundo día del triduo, como denomina la Iglesia católica a los cultos en honor al Señor y la Virgen del Milagro que se realizan el 13, 14 y 15 de septiembre de cada año.
El Tribuno