Un pequeño gatito, muy asustado, se encontraba agazapado sobre la lámpara de un poste de alumbrado público de la ruta provincial 26, entre Bº Pinares y La Isla, a unos 9 metros de altura. No podía bajarse y maullaba pidiendo auxilio.
El cachorrito no encontraba la forma de desandar el camino que lo llevó hasta la cima. Una vecina del lugar, atenta de la situación, hizo señas a dos empleados municipales que pasaban por allí en el camión elevador de la Municipalidad de Cerrillos. Rápidamente, los trabajadores del área de Alumbrado Público improvisaron un operativo de rescate.
Momentos en el que llegaba el rescate
“Fue como a las 7.30 de la mañana de ayer. El gatito estaba a más de 9 metros, no nos explicamos cómo hizo para subir ya que era muy chiquito, el poste es resbaladizo y el brazo que sostiene la lámpara es metálico. Se veía débil y con mucho miedo. Tiritaba, pobrecito. Con el hidráulico subí y lo rescaté. Estaba nervioso, pero manso. Se dejó agarrar sin problema”, relató Sebastián Ríos. A bordo de la camioneta y comandando el elevador se hallaba Ricardo Guanuco, alias “Guanu”.
La historia en este caso tuvo final feliz. El pequeño felino fue dado en custodia a una familia mascotera de la localidad, que se comprometió a cuidarlo y a evitar que vuelva a tener ese tipo de conducta temeraria.
Ríos recordó que en su trabajo pasan cosas insólitas. “Hace mucho tiempo, también en Cerrillos, rescatamos a un perro grande y fornido que se encontraba en el techo de una casa de dos pisos. Había un árbol junto a la casa, pero por más que miramos por todos lados con los dueños de la mascota nunca nos pudimos explicar cómo llegó hasta ahí”, recordó Ríos.
Fuente El Tribuno