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Para festejar sus 81 años, Norma saltó en paracaídas: “Es indescriptible, me sentí dueña del mundo”

La mujer les pidió a sus nietos el regalo para sus 80. Algunos contratiempos lo fueron postergando, pero finalmente cumplió su sueño.

Para festejar sus 81 años, Norma saltó en paracaídas: “Es indescriptible, me sentí dueña del mundo”

Para Norma Luis no hay edad para la aventura. Tiene 81 años, cinco hijos, 12 nietos y seis bisnietos y este sábado cumplió el sueño de tirarse en paracaídas. “Es indescriptible, me sentí dueña del mundo y pequeñita a la vez; un cúmulo de sensaciones que no se pueden explicar, que no se pueden creer”, contó.

No recuerda desde cuándo sonaba con saltar en paracaídas, pero sí que para su cumpleaños de 80 les pidió a sus nietos que se lo regalaran. “Son esas cosas que un día me desperté o vi en una película y empecé a pensar qué sensación se sentiría”, dijo.

La coincidencia con el casamiento de una de sus nietas impidió que fuera en 2020 y cuatro de sus nietos y una de sus hijas comenzaron a preparar todo para el festejo de los 81. El lugar elegido fue Chascomús y el salto se iba a concretar la semana pasada, pero la lluvia volvió a postergarlo.

Cuando este sábado la avioneta no pudo despegar por turbulencias, Norma pensó que nunca cumpliría su sueño. Sin embargo, dos horas después las condiciones mejoraron y el momento llegó. “Fue una experiencia maravillosa, increíble”, dijo.

La primera de muchas aventuras

Como precaución, Norma llevó un certificado médico que la habilitaba a realizar el salto; en el lugar firmó un formulario de consentimiento, aunque asegura que lo leyeron los nietos, porque ella solo pensaba en la experiencia que iba a vivir.

Primero le explicaron cómo sería todo y luego se subió a la avioneta. Al alcanzar los 3000 metros de altura, lejos de atemorizarse, sonrió, cruzó los brazos en cruz sobre su pecho y se dejó llevar por la sensación de libertad de esa caída libre sobre los paisajes de Chascomús.

“Fue maravilloso, duró unos minutos la caída, pero lo disfruté tanto que me pareció una enormidad. No sé si no lo voy a repetir”, dijo, entusiasmada.

Ninguno de sus hijos ni de sus nietos la acompañó en la aventura, pero muchos de ellos la esperaron y filmaron desde tierra. “Vinieron unos cuantos, pero solo a acompañarme y a mirar desde abajo, algunos hicieron videos, pero ninguno saltó conmigo; la única loca soy yo”, aseguró.

Sin embargo, uno de sus nietos quiere vivir la experiencia del ala delta y ella no descarta acompañarlo. “Mientras sea deporte fuera del agua, cualquier cosa; en agua ni en la bañadera”, dijo entre risas. Tal vez sea esa una de las principales características de Norma, el humor con el que toma la vida, la alegría y el gusto por nuevas aventuras. Su edad, la deja para los calendarios.


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